Juan Pablo II a los jóvenes: «Resistid a la tentación de la mediocridad»

Encuentro con los participantes en el Congreso UNIV 2002

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CIUDAD DEL VATICANO, 25 marzo 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II hizo este lunes un llamamiento a los jóvenes a superar la tentación de la mediocridad y sel conformismo, al encontrarse con 2.550 chicos y chicas de los cinco continentes.

Provenían de 280 universidades de 30 países del mundo y se encontraban en Roma para participar en el Congreso UNIV 2002, iniciativa animada desde 1968 por miembros del Opus Dei, y en las celebraciones de la Semana Santa con el Papa.

«En estos días de Semana Santa, la reflexión de los creyentes está dominada por el misterio de la Cruz. Bajo su luz, podemos comprender mejor el valor del servicio, del trabajo, y para vosotros, queridos jóvenes, también del Estudio», dijo el pontífice reflexionando sobre el tema del encuentro juvenil: «Estudio, trabajo, servicio».

«La Cruz es una cátedra silenciosa de amor, en la que se aprende a amar en serio –añadió–. Siguiendo a Cristo, Rey crucificado, los creyentes aprenden que «reinar» es servir, buscando el bien de los demás, y así descubren que en el don sincero de sí mismos se expresa el sentido auténtico del amor».

Citando al beato Josemaría Escrivá, al que canonizará el 6 de octubre en Roma, Juan Pablo II afirmó que «Toda la dignidad del trabajo está fundada sobre el amor».

«El gran privilegio del hombre consiste en poder amar, trascendiendo así lo efímero y transitorio», añadió en su discurso en italiano. «El hombre puede amar a las demás criaturas, puede pronunciar un tú y un yo llenos de significado […] El trabajo nace del amor, manifiesta el amor, está ordenado al amor».

Cuando la vida se vive con este espíritu, continuó aclarando, el cristiano se convierte en «sal de la tierra y luz del mundo en la existencia cotidiana», lema que el pontífice ha escogido para las Jornadas Mundiales de la Juventud de Toronto, que tendrán lugar entre el 23 y el 28 de julio.

«Es un camino que no es fácil –reconoció–, con frecuencia está en contraste con la mentalidad de vuestros coetáneos. Supone ciertamente ir contra la corriente, respecto a los comportamientos y las modas dominantes».

«No os sorprendáis por ello –siguió diciendo el sucesor de Pedro–, el misterio de la cruz educa en una manera de ser y obrar que no es concorde con el espíritu de este mundo».

Por eso el Papa pió a los chicos y chicas presentes que resistan «a la tentación de la mediocridad y del conformismo. Sólo así podréis hacer de la vida un don y un servicio a la humanidad, sólo así contribuiréis a aliviar las heridas y sufrimientos de tantos pobres y marginados, todavía presentes en nuestro mundo tecnológicamente avanzado».

Al inicio de la audiencia, saludó al Papa el congoleño Laurent Mazingi, presidente de esta XXXV edición de UNIV, agradeció al Papa en nombre de los estudiantes presentes su presencia y testimonio.

El Congreso UNIV, que este martes celebrará su sesión en el aula magna de la Universidad La Sapienza de Roma, es organizado por el Instituto para la Cooperación Universitaria (ICU), una ONG italiana que promueve iniciativas de cooperación al desarrollo en varios países del mundo.

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ZENIT Staff

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