Juan Pablo II aboga por la efectiva igualdad de las Iglesias en Ucrania

Impulsa el diálogo ecuménico con la Iglesia ortodoxa

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CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 7 mayo 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II pidió la efectiva igualdad entre las Iglesias en Ucrania al recibir este viernes al nuevo embajador de Kiev ante la Santa Sede.

Tras recordar que el Evangelio ha marcado el desarrollo de «la identidad cultural y espiritual» de Ucrania, que no ha sido destruida «ni siquiera por la funesta dictadura del comunismo», el Papa confirmó la disponibilidad de la Iglesia católica para «apoyar esta identidad».

El nuevo embajador, Grygorii Fokovych Khoruzhyi, diplomático de carrera, garantizó en su discurso que el gobierno ucraniano busca una política de «libertad religiosa» que permita realizar su misión a las comunidades eclesiales.

«En este contexto de buena voluntad –respondió por su parte el Papa–, es de desear que se llegue pronto a una definición jurídica de las Iglesias a un nivel de efectiva igualdad entre todas».

En Ucrania, país de unos 48 millones de habitantes, algo menos del 10% de la población son católicos (en su mayoría de rito oriental), que tras el comunismo han experimentado «una prometedora primavera de esperanza», según constató el Santo Padre.

La mayoría de la población es ortodoxa, dependiente del Patriarcado ortodoxo de Moscú, aunque en los últimos años se han dado varios cismas.

El Papa pidió también al gobierno que encuentre «acuerdos honrosos sobre la enseñanza religiosa y sobre el reconocimiento estatal de la teología como disciplina universitaria», superando así la situación de tiempos del comunismo.

Además, deseó que «se establezcan acuerdos satisfactorios en el más delicado ámbito de la restitución de los bienes eclesiásticos confiscados durante la dictadura comunista».

Al referirse a la situación religiosa del pueblo ucraniano, el obispo de Roma constató que «por desgracia, los discípulos de Cristo se presentan todavía divididos y esto es percibido con una cierta pena por el conjunto de la comunidad ucraniana».

«El diálogo ecuménico está en curso y lleva a entendimientos cada vez más cercanos en el respeto recíproco y en la búsqueda constante de la unidad querida por Cristo», constató.

«¡Que este diálogo sincero y de amplias miras continúe y se intensifique gracias a la contribución de todos!», exhortó el pontífice.

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ZENIT Staff

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