Juan Pablo II: Desde la Iglesia una oración incesante se eleva por Pedro

Intervención al rezar la oración mariana del «Angelus»

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

CIUDAD DEL VATICANO, 1 julio 2002 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención de Juan Pablo II a mediodía de este domingo al dirigirse a los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano para rezar la oración mariana del «Angelus».

* * *

¡Queridos hermanos y hermanas!

1. Celebramos ayer la fiesta de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, a quienes la Iglesia de Roma venera como sus principales Patronos. En esta circunstancia especial he advertido, como sucesor de Pedro, la profunda solidaridad de toda la comunidad eclesial. He recordado las palabras del libro de los Hechos de los Apóstoles: «Desde la Iglesia una oración se elevaba hacia Dios incesantemente por Pedro» (Hch 12, 5). Sí, he sentido a mi alrededor la intensa oración de la Iglesia entera, y por ello hoy deseo expresar a todos mi agradecimiento cordial.

2. En efecto, experimento cada día que mi ministerio está sostenido por la oración incesante del Pueblo de Dios: de muchas personas desconocidas para mí –¡pero tan cercanas a mi corazón! — que ofrecen al Señor sus oraciones y sus sacrificios según las intenciones del Papa. En los momentos de mayor dificultad y sufrimiento, esta fuerza espiritual es ayuda válida e íntimo consuelo.

¡Necesito siempre vuestra oración, queridísimos fieles de Roma y del mundo entero! Sin ésta, de hecho, ¿cómo podría responder a la palabra del Señor, que manda a Simón Pedro: «Duc in altum!», «¡Rema mar adentro!» (Lc 5, 4)?

3. Pedro y Pablo, después de haber superado múltiples pruebas, incluso mortales, con la ayuda de Dios llevaron a cumplimiento su misión apostólica en esta ciudad nuestra, donde tantos vestigios recuerdan su memoria.

4. Animados por su testimonio, renovemos el compromiso de permanecer unidos en la oración, como un solo corazón y una sola alma. Junto a nosotros, como en la primera comunidad de Jerusalén, reza la madre del Señor y de cada cristiano, María Santísima. A Ella, modelo de la Iglesia orante, nos dirigimos con confianza filial.

[Después de rezar el «Angelus», el Papa añadió]

Saludo con afecto a los peregrinos presentes, en especial a los jóvenes de la parroquia de Carate Brianza, acompañados del Párroco y de los catequistas. Que la visita a las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo os ayude en el camino de fe y de testimonio cristiano.

Hoy termina el mes de junio, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. ¡Sea su inmenso amor fuente de paz para cada hombre y para el mundo entero!

A todos deseo un feliz domingo y un sereno verano.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación