BARCELONA domingo, 11 julio 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II se ha convertido en el representante religioso que ha dado el mayor impulso al diálogo entre creyentes de diferentes religiones, según constataron expertos Parlamento de las Religiones del Mundo que se celebra en el contexto del Fórum 2004 en la capital catalana.
Entre los participantes en la sesión «Contribuciones del Papa Juan Pablo II al diálogo interreligioso» se encontraba Meter Huff, responsable de estudios religiosos del Colegio Centenario de Luisiana, Estados Unidos, quien constató que «el Papa es el hombre del Milenio, pues ha reinventado el papado y se ha reinventado a sí mismo».
Sustentó sus opiniones explicando que «el Papa fue el primer pontífice en visitar una sinagoga, una iglesia luterana; fomentó por primera vez en 1986 un encuentro interreligioso y ha trabajado fervientemente en el acercamiento al protestantismo», según explica un comunicado de prensa emitido por la organización del Fórum.
En este mismo sentido ha opinado el padre Thomas Michel, s,j., secretario de la Oficina de asuntos ecuménicos e interreligiosos de la FABC (Federación de Conferencias de Obispos de Asia), para quien «Juan Pablo II es el único Papa que ha hablado de los judíos como una bendición y ha reconocido y lamentado las víctimas del holocausto, que ha condenado como la atrocidad del siglo XX».
De la misma manera, ha apuntado que «apenas un año después de ser nombrado Papa, Juan Pablo II publicó la primera encíclica en la que aborda por el diálogo intrarreligioso, y en 1986 organizó la primera plegaria conjunta por la paz».
Para Ibrahim Ozdemir, profesor de historia de la filosofía de la Universidad de Ankara, Turquía, «el Papa es hoy la voz de la conciencia de la humanidad y será recordado en el futuro al mismo nivel que Mahatma Gandhi y el Dalai Lama».
El administrador apostólico de Barcelona, el obispo José Ángel Sáiz acogió este viernes en la Basílica de Santa María del Mar la oración católica de la llamada «Noche de las comunidades» del Parlamento de las Religiones que se está celebrando en Barcelona del 7 al 13 de julio, según ha informado la agencia Veritas
«Como expresión de nuestra propia identidad estamos abiertos al diálogo –aclaró el obispo Sáiz en la homilía–. En un primer círculo estamos abiertos a otros cristianos y practicamos el ecumenismo y en un segundo círculo estamos abiertos a otras religiones y practicamos las relaciones y el diálogo interreligioso: es así como ponemos en práctica el mandamiento del amor que Jesús nos enseñó».
Monseñor Sáiz pidió a los católicos que sean los primeros en amar con las obras a los miembros de otras confesiones cristianas y de otras religiones y destacó la novedad del amor de Cristo, sin rencores, de verdad y ejerciendo siempre el perdón.
«El amor es el fundamento verdadero de la vida y de la existencia del cristiano –continuó–. Sin amor, nada se aguanta; con amor todo es posible». Además, el obispo señaló que el amor debería ser distintivo de los cristianos y debería derivar en testimonio y ejemplo para los demás.
