Juan Pablo II: La Eucaristía, «centro de la vida de la Iglesia»

Meditación antes de rezar la oración mariana del Ángelus

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 13 junio 2004 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención de Juan Pablo II a mediodía de este domingo antes de rezar la oración mariana del Ángelus.

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1. Se celebra hoy en Italia y en otros países el Corpus Christi, solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Es la fiesta de la Eucaristía, sacramento en el que Jesús nos dejó el memorial vivo de su Pascua, acontecimiento central de la historia de la humanidad.

Es bello que en este día los fieles se reúnan en torno al santísimo Sacramento para adorarle, que lo acompañen en procesión por las calles, que expresen con tantos signos de devoción la fe en Cristo vivo y la gloria de su presencia.

2. Precisamente, al celebrar el Corpus Christi con la diócesis de Roma, el jueves pasado anuncié que, en el próximo mes de octubre, coincidiendo con el Congreso Eucarístico Internacional de Guadalajara (México), comenzará un especial «Año de la Eucaristía», que terminará en octubre de 2005 con la asamblea ordinaria del sínodo de los obispos, cuyo tema será «La Eucaristía, fuente y culmen de la vida y de la misión de la Iglesia».<br>
El «Año de la Eucaristía» tiene lugar en el marco del proyecto pastoral que he presentado en la carta apostólica «Novo millennio ineunte», en la que invité a los fieles a «volver a comenzar desde Cristo» (números 29 y siguientes). Contemplando de manera más asidua el rostro del Verbo Encarnado, realmente presente en el Sacramento, podrán practicar el arte de la oración (Cf. número 32) y comprometerse en ese «alto grado» de la vida cristiana (Cf. n. 31), que es condición indispensable para desarrollar de manera eficaz la nueva evangelización.

La Eucaristía está en el centro de la vida de la Iglesia. En ella, Cristo se ofrece al Padre por nosotros, haciéndonos partícipes de su mismo sacrificio, y se nos da como pan de vida para nuestro camino por las sendas del mundo.

3. Ya desde ahora pongo en manos de la Virgen María, «mujer eucarística» (Cf. encíclica «Ecclesia de Eucharistia», 53-58), esta nueva iniciativa. Que –después de habernos ayudado en el Año del Rosario a contemplar a Cristo con su mirada y su corazón (Cf. «Rosarium Virginis Mariae», 10-17)– haga crecer a cada comunidad en la fe y en el amor hacia el misterio del Cuerpo y la Sangre del Señor.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit. Tras rezar el Ángelus, el Papa saludo en varios idiomas a los peregrinos. En castellano pronunció las siguientes palabras:]

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, de modo particular a los alumnos y profesores del Colegio San José de Reus. ¡Qué la Eucaristía sea el centro de vuestra vida! ¡Feliz domingo!

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ZENIT Staff

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