Juan Pablo II: La relación especial entre la Inmaculada y los enfermos

Intervención antes del «Angelus» en preparación de la Jornada Mundial del Enfermo

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 8 febrero 2004 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención de Juan Pablo II desde la ventana de su estudio dirigida a mediodía de este domingo a los miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano para rezar la oración mariana del «Angelus».

* * *

¡Queridos hermanos y hermanas!

1. El próximo miércoles, 11 de febrero, memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen de Lourdes se celebrará la Jornada Mundial del Enfermo. Las celebraciones principales tendrán lugar precisamente en Lourdes, donde María Santísima se apareció a santa Bernadette Soubirous, presentándose como la «Inmaculada Concepción». En este año, además, se celebra el aniversario de los 150 años del dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado por mi venerado predecesor, el beato Pío IX, de quien celebramos ayer la fiesta.

2. Es conocida la íntima relación que se da entre Nuestra Señora de Lourdes y el mundo del sufrimiento y de la enfermedad. En el Santuario, surgido en la gruta de Massabielle, los enfermos son desde siempre los protagonistas y Lourdes se ha convertido con el pasar de los años en una auténtica ciudad de la vida y de la esperanza. ¿Cómo podía ser de otro modo? La Inmaculada Concepción de María es, de hecho, la primicia de la redención realizada por Cristo y prenda de su victoria sobre el mal. Ese manantial de agua que surge de la tierra, en el que la Virgen invitó a beber a Bernadette, recuerda la potencia del Espíritu de Cristo, que regenera íntegramente al ser humano y le da la vida eterna.

3. Que la Virgen acompañe a quienes tomarán parte en los diferentes acontecimientos programados en Lourdes para los próximos días: los encuentros sobre la pastoral de la salud en los países de Europa y sobre la relación especial entre la Inmaculada y los enfermos. Ponemos en manos de la Virgen en particular la solemne celebración eucarística que será presidida por mi enviado especial, el cardenal Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]

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ZENIT Staff

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