CIUDAD DEL VATICANO, 22 mar 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo II reafirmó esta mañana la urgencia del compromiso ecuménico a inicios del tercer milenio al recibir a una delegación de la Iglesia presbiteriana de los Estados Unidos.
Al dirigirse a sus huéspedes venidos de la otra costa del océano Atlántico, el Papa subrayó que la visita tiene lugar al final de las celebraciones del Jubileo y a inicios del tercer milenio cristiano. «La participación de tantas Iglesias y Comunidades eclesiales en los numerosos acontecimientos jubilares –dijo en este sentido– testimonia nuestro agradecimiento común por la gran efusión de gracia que acompañó la primera venida del Señor» y «confirma nuestro compromiso de trabajar por la unidad plena de los cristianos mientras esperamos su regreso en la gloria».
Juan Pablo II observó que «a pesar de los pasos significativos realizados en las últimas décadas hacia la meta de la unidad visible», es necesario reconocer la triste herencia del pasado y el largo camino que todavía queda por recorrer.
Por ello, el Papa deseó que se acoja la invitación del Señor a la renovación espiritual, «condición para poder superar las barreras que todavía dividen a los cristianos».
Por último, Juan Pablo II deseó que las conversaciones de la delegación presbiteriana estadounidense con el Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, cuyo nuevo presidente es el cardenal alemán Walter Kasper, dé frutos abundantes para las futuras tareas ecuménicas.
