Juan Pablo II recuerda los 25 años de su primer viaje a Polonia como Papa

«El soplo del Espíritu Santo» «suscitó un profundo cambio», constata

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 2 junio 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II recordó este miércoles que en estos días se cumplen los veinticinco años de su primer viaje Polonia, que cambiaría decisivamente el curso de la historia de su país y del Este europeo.

«Cae hoy el vigésimoquinto aniversario del día en que por primera vez como Papa besé la tierra polaca», reconoció el Santo Padre hablando en su idioma materno al final de la audiencia general, celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano.

«Vuelvo siempre con el pensamiento a aquellos días y doy gracias a Dios por el soplo del Espíritu Santo que pasó a través de aquella tierra y que suscitó un profundo cambio», añadió.

«Pido a Dios que bendiga a nuestra patria y a todos los polacos», concluyó.

La visita del Papa duró nueve días, del 2 al 10 de junio de 1979, en los que pronunció treinta y seis discursos. Al menos diez millones de polacos (de una población de treinta y cinco millones) le vieron en persona, en las nueve ciudades, poblaciones y santuarios que visitó.

El resto de la población siguió la visita por televisión, a pesar de que los funcionarios del Partido Comunista habían ordenado a los cámaras que enfocasen sólo a Juan Pablo II y que evitaran mostrar las impresionantes multitudes que participaron en los encuentros.

A inicios de 1979, Edward Gierek, primer secretario del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP), mantuvo una conversación telefónica con Leonid Brezhnev, secretario general del Partido Comunista Soviético, en el que este último le aconsejaba impedir la visita del Papa.

Según revela el mismo Gierek en la biografía «El Papa Juan Pablo II» de Tad Szulc, Brezhnev al constatar su oposición, le dijo: «haz lo que quieras, mientras tú y tu partido no lo lamentéis más adelante».

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ZENIT Staff

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