CIUDAD DEL VATICANO, 9 agosto (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha querido manifestar su cercanía a los seres queridos de las víctimas del atentado que ayer sembró terror y pánico en Moscú.
Al final de su encuentro con 20 mil peregrinos en la mañana de este miércoles, el Papa confesó: «No puedo dejar de expresar mi profunda conmoción por este grave atentado, y al mismo tiempo aseguro mi solidaridad, a la que acompaño con la oración».
En la mañana de hoy, Moscú se despertó como una ciudad en estado de guerra, al mismo tiempo que los periódicos presentaban en primera página el atentado que tuvo lugar en el pasaje subterráneo de la centralísima plaza Pushkin, a unos doscientos metros del Kremlin. La explosión de la potente bomba provocó siete víctimas mortales y un total de 93 heridos. Además, una patrulla de la policía encontró esta mañana otra bomba en el depósito de maletas de la estación de Kazam, una de las más importantes de la capital rusa.
