«Mi pensamiento se dirige también a quienes participan en el Maratón de Roma», dijo el pontífice este domingo antes de despedirse de los miles de peregrinos que se congregaron en la plaza de San Pedro del Vaticano para rezar con él la oración mariana del Ángelus a mediodía.
«Que sea una auténtica fiesta del deporte», afirmó el pontífice, que en sus veinticinco años de pontificado ha propuesto en numerosas ocasiones los auténticos valores del deporte.
Los aplausos más alentadores los recibieron los 63 atletas que iban en silla de ruedas. Los corredores han atravesado algunos de los lugares y monumentos más sugerentes de la Ciudad Eterna, en una jornada soleada.
El Maratón tenía como mensaje la promoción de la paz. Tres de sus participantes, un católico, un musulmán y un judío, participarán en otra carrera amistosa, desde Ammán hasta Jerusalén para llevar este mensaje de paz a las ciudades y pueblos que atraviesen.
El Papa invitó también a los jóvenes de Roma a participar en la velada de preparación a la Jornada Mundial de la Juventud (se celebra el próximo Domingo de Ramos), que tendrá lugar el jueves próximo en la plaza de San Pedro del Vaticano entre testimonios, música y oración.
