ASTANA, 2 agosto 2001 (ZENIT.org–FIDES).- El gobierno y buena parte de los líderes religiosos de Kazajstán esperan con entusiasmo la visita de Juan Pablo II, que tendrá lugar del 22 al 25 de septiembre.
«Desde antes del anuncio oficial por parte del Vaticano de la visita pastoral del Papa hemos encontrado una disponibilidad praticamente absoluta por parte del gobierno y de la sociedad de Kazajstán en general», declara a la agencia Fides el padre Edoardo Canetta, misionero italiano en la República ex soviética desde hace 7 años y miembro del Comité de acogida del Santo Padre.
«Del mismo modo hemos recibido signos tangibles de un gran interés, casi de entusiasmo, por parte de luteranos, bautistas, protestantes –añade–. El gran muftì, jefe de los musulmanes en Kazajstán, se ha mostrado muy interesado, e incluso ha presentado algunas propuestas constructivas».
Por parte de la Iglesia ortodoxa, sobre todo si se compara con la visita del Papa a Ucrania, no ha habido reacciones negativas, dice el pare Canetta. Por lo demás, las relaciones entre católicos y ortodoxos han sido siempre muy positivas, con alguna rara excepción.
El Papa partirá de Roma (aeropuerto de Fiumicino) a las 8,30 horas del sábado 22 de Septiembre, y llegará después de 6 horas de vuelo al aeropuerto de Astana (Kazajstán), donde estará hasta el martes 25 de Septiembre, fecha en que partirá en viaje apostólico hacia Armenia, con ocasión de los 1700 años de cristianismo en el país. El regreso Roma está previsto para la tarde del 27 se Septiembre.
Kazajstán tiene una población de 15 millones y medio de habitantes (1997), de los cuales la mitad son kazajos, el 30% rusos, y el resto está compuesto por un centenar de etnias.
Los católicos registrados oficialmente son alrededor de 180.000, aunque se estima que hay muchos que todavía no han sido censados.
La administración apostólica de Kazajstán se creó el 13 de Abril de 1991. El 6 de Abril de 1999 se erigieron 4 circunscripciones eclesiásticas: la diócesis de Karaganda y las administraciones de Almaty, Astana y Atyrau.
