Kenia: Cristianos y musulmanes se despiden del obispo asesinado

En la catedral de Isiolo

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ISIOLO, miércoles, 20 julio 2005 (ZENIT.org).- La diócesis keniana de Isiolo ha dado su último adiós a su obispo, monseñor Luigi Locati, asesinado el jueves pasado: numerosos musulmanes se unieron este miércoles a los miles de fieles que participaron en las exequias presididas por el nuncio apostólico en Kenia, el arzobispo Alain Lebeaupin, en la catedral local.

La elevada participación, en un clima de conmoción –apunta «Radio Vaticana»-, refleja cuatro décadas de compromiso del prelado italiano en la misión, sobre todo a favor de los jóvenes y de los pobres, sin distinciones tribales ni religiosas (Cf. Zenit, 19 julio 2004).

Participaron en las exequias, junto al representante papal, 17 obispos, representantes de los prelados que no pudieron acudir a Isiolo –en Kenia hay 22 diócesis-, cerca de 300 sacerdotes, aproximadamente medio millar de religiosas, representantes de la Iglesia evangélica y de la comunidad musulmana local y el presidente de Kenia.

Presentes estuvieron también algunos miembros de la familia de monseñor Locati y sacerdotes diocesanos de Vercelli (Italia), de donde era originario.

Junto a todos los anteriores, al menos 3 mil personas –la mitad musulmanes-, estimó el padre Giuseppe Caramazza –director de la revista misionera de los combonianos «New People»- desde la localidad del norte del país africano en la emisora pontificia al término de la celebración.

Al inicio de las exequias el nuncio Lebeaupin leyó una misiva del cardenal Angelo Sodano –secretario de Estado del Vaticano- en la que, en nombre del Papa (Cf. Zenit, 17 julio 2004), transmitía sus condolencias por el asesinato del vicario apostólico de Isiolo y aseguraba su oración y cercanía a la diócesis.

En su homilía, el arzobispo John Njue, nuevo administrador apostólico de la diócesis de Isiolo, dijo «que la lección más importante hoy venía del propio difunto, que estaban presente en medio de nosotros, quien dio más de 40 años de su vida por el anuncio del Evangelio» en la región; «además pidió a todos los cristianos que continúen en el empeño del anuncio del Evangelio en la diócesis», relató el padre Caramazza.

Al finalizar las exequias en la catedral, varios oradores recordaron la figura del misionero italiano, enviado a Kenia por la diócesis de Vercelli como sacerdote «fidei donum».

En el país africano el prelado se entregó por la realización de intervenciones concretas especialmente en el sector sanitario y escolar en esta zona inhóspita y semidesértica, donde para las poblaciones locales –en particular Turkana, Gabra y Borana- cada día representa un desafío para la supervivencia, recuerda la agencia misionera «Misna».

Afrontando un viaje de 150 kilómetros, a Isiolo llegó también en la mañana de este miércoles un grupo de estudiantes de Kenna, una localidad aislada donde el vicario había querido la construcción de una escuela.

En su intervención, el presidente de Kenia, Mwai Kibaki, invitó a la población a colaborar con la policía para identificar a los responsables del crimen.

El martes, durante el velatorio, por primera vez en muchos años llovió abundantemente en una estación de costumbre muy seca. «Los occidentales sonreímos ante estas coincidencias. En la cultura local, en cambio, un evento de este tipo tiene un valor distinto: en la comunidad de Isiolo muchos lo han interpretado como un gesto positivo querido por el llorado monseñor Locati para su gente», comentó a la agencia del mundo misionero el padre Mario Meggiolaro desde Isiolo.

En el contexto de las exequias, por su parte el padre Caramazza reconoció a la emisora vaticana que lo que más le impresionó fue cómo la víspera, la mayoría de las personas presentes en el velatorio, que se prolongó durante toda la noche, fueron jóvenes, «y casi todos musulmanes».

«Hay que observar que dentro de la propia residencia del obispo de nuestra zona hay dos escuelas, una masculina y otra femenina, abierta a todos. Los estudiantes, por lo tanto, participaron en la vigilia. Muchos lloraban diciendo: “Hemos perdido a un padre”», recalcó.

Al término de los funerales, este miércoles los restos del obispo Luigi Locati recibieron sepultura en la cripta de la catedral de Isiolo.

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ZENIT Staff

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