NAVASHA (KENIA), 26 agosto 2002 (ZENIT.org).- Con una solemne celebración eucarística, Kenia recordó este sábado la figura del padre Anthony Kaiser, misionero estadounidense, asesinado hace dos años.
Presidió la celebración el arzobispo Giovanni Tonucci, nuncio apostólico en Kenia, quien afirmó que el padre Kaiser «siguió coherentemente al Señor», según informa la agencia misionera Misna.
El misionero de la Sociedad de San José (Mill Hill) fue brutalmente asesinado el 24 de agosto de 2000 en la localidad de Navasha.
En la celebración recordaron el testimonio de evangelización y ayuda a los pobres del misionero cinco obispos de Kenia, unos veinte sacerdotes, y centenares de fieles.
La celebración, que comenzó con una procesión desde la parroquia de San Francisco Javier a Naivasha, lugar en el que fue encontrado el cadáver del padre Kaiser, concluyó con la intervención de Eric Wainaina, cantautor de Kenia que a través de la música y las palabras elevó un himno de acción de gracias al padre Kaiser, en el que afirmó: «La verdad no podrá morir».
Monseñor Tonucci, en nombre de la Iglesia local, afirmó que no cree a la hipótesis de suicidio del religioso, esparcida por el FBI (Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos).
«Yo no lo creo, nosotros no lo creemos», dijo el nuncio, afirmando que «la Iglesia no pide venganza, sino justicia».
Al final de la liturgia, el presidente de la Conferencia Episcopal de Kenia, monseñor John Njue, subrayó que la gente «tiene el derecho de saber la verdad sobre el caso del padre Kaiser» y que se da la impresión de que alguien en algún cargo elevado tiene algo que esconder».
El prelado afirmó después que, en el país, las injusticias siguen teniendo lugar y que se da la «necesidad de salvaguardar la dignidad humana» a través del «saneamiento de las instituciones y de la lucha contra la corrupción».
