La «Asociación Patriótica» china obstaculiza la relación de la «Iglesia oficial» con el Vaticano

Bloquea el viaje de obispos chinos al Sínodo en Roma y nuevas candidaturas episcopales

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ROMA/PEKÍN, lunes, 10 octubre 2005 (ZENIT.org).- La «Asociación Patriótica» (AP) de China ha lanzado una campaña nacional para reafirmar el control sobre la Iglesia «oficial», «considerada demasiado cercana a Roma», alerta «AsiaNews» –que dirige el padre Bernardo Cervellera, experto en el mundo chino–.

En China el gobierno permite la práctica religiosa sólo con personal reconocido y en lugares registrados ante la Oficina de Asuntos Religiosos y bajo el control de la AP. De ahí la diferencia que establecen entre una Iglesia «oficial» y los fieles que tratan de salirse del citado control para ponerse en obediencia directa del Papa formando la Iglesia «clandestina».

Fuentes de la mencionada agencia del Pontificio de Misiones Extranjeras (PIME) han confirmado que el secretario general de la AP, Liu Bainian, ha organizado encuentros con sacerdotes de las diócesis de Sichuan y de Guangdong para recordarles que deben lealtad a China, no al Vaticano, en particular cuando se trata de la elección de los candidatos al episcopado.

Formaría parte de esta campaña también el veto de la AP al posible viaje a Roma de los cuatro prelados chinos invitados por Benedicto XVI a tomar parte en el Sínodo actualmente en curso.

De hecho, permanecen vacíos en esta gran cita de la Iglesia universal los cuatro puestos de los obispos chinos ausentes y sus votos electrónicos siempre aparecen como no emitidos, confirmó Isidro Catela, informador en lengua española en la asamblea sinodal en Roma.

En meses pasados, los nombramientos del obispo auxiliar de Shanghai y del obispo coadjutor de Xian tuvieron lugar con la designación y la elección del candidato de la Santa Sede, tácitamente aceptada por el gobierno chino (Cf. Zenit, 28 julio 2005).

Pero inmediatamente después de la consagración de monseñor Giuseppe Xing Wenzhi (de Shanghai), la AP intentó desmentir este acuerdo de hecho entre Santa Sede y gobierno chino, reivindicando la autonomía de la decisión, subraya la agencia del PIME.

Según los estatutos de la AP, el obispo debe ser elegido por los sacerdotes y representantes de la comunidad diocesana y debe perseguir las «tres autonomías» (de gestión, financiera y de organización), permaneciendo independiente de la Santa Sede.

Recuerda la agencia de información de Asia que la AP china fue establecida por orden expresa de Mao Zedong para controlar la Iglesia (y sus actividades internas, personal, finanzas, educación, publicaciones, nombramientos de los obispos); aunque no se trata de un organismo religioso, se sitúa como supervisor de la Iglesia en nombre del Partido Comunista.

«En los últimos diez años ha habido un reacercamiento de los obispos de la Iglesia «oficial» a la Santa Sede (más del 85% de los prelados está reconciliado con el Papa)»; «se trata de hecho de un fracaso de la política de autonomía sostenida por la AP desde 1957», analiza «AsiaNews».

Igualmente considera que «también los nuevos elementos de diálogo entre China y el Vaticano son vistos como un peligro para la organización, que cada vez más está formada por secretarios ateos de tradición estalinista y radical».

Después de que se hicieran públicos los nombres de los miembros del Sínodo de la Eucaristía convocados por el Papa, Liu Bainian habló de «descortesía» del Vaticano, pues consideraba que éste debería haberse dirigido a la AP y al consejo de los obispos chinos, también controlados por la AP (Cf. Zenit, 12 septiembre 2005).

Muchos obispos en China piden al gobierno ser liberados del control de la AP, pasando a ser ellos mismos garantes de sus comunidades ante el gobierno, confirma la agencia del PIME.

Pekín rompió sus relaciones con la Santa Sede en 1951, dos años después de la llegada al poder de Mao Zedong, expulsando al nuncio apostólico, el arzobispo Antonio Riberi.

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ZENIT Staff

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