La Asunción y las jornadas mundiales de la juventud

Palabras de Juan Pablo II en su encuentro festivo con los peregrinos

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CASTEL GANDOLFO, 15 agosto (ZENIT.org).- Las Jornadas Mundiales de la Juventud, que hoy comenzaban en Roma, y la celebración de la fiesta de la Asunción concentraron la atención de Juan Pablo II en su tradicional encuentro de los días festivos a mediodíacon los peregrinos, en la residencia pontificia de Castel Gandolfo. Ofrecemos a continuación el texto íntegro de las palabras que pronunció el Santo Padre.

* * *

¡Queridos hermanos y hermanas!

1. Hoy la Iglesia en fiesta celebra la gloriosa Asunción al cielo de María Santísima. Desde siempre, el pueblo de Dios, guiado por la Revelación y la Tradición, cree que la Madre de Cristo está asociada a la victoria del Hijo sobre la muerte y la venera en su asunción a la gloria en alma y cuerpo.

Escogida por Dios como sede purísima para «venir a habitar» en medio de los hombres, María, al final de su existencia terrena, fue acogida inmediatamente en el cielo. Por eso, la comunidad cristiana canta gozosa sus alabanzas en un célebre himno y la invoca así: «Salve, sostén poderoso de la fe / estandarte esplendoroso de gracia… / Salve, llave del reino de Cristo / Salve, esperanza de tesoros eternos… / Salve, por ti exultan los cielos con la tierra / Salve, por ti festeja la tierra con los cielos» («Akathistos»).

La fiesta de la Asunción, celebrada por todos los lugares con fiestas de pueblo, coincide con el período de vacaciones de agosto. Exhorto a todos, en especial a quienes se encuentran de vacaciones, a redescubrir el sentido cristiano de la fiesta de hoy, participando en la celebración eucarística y rezando con devoción a nuestra Madre de los cielos.

La Asunción nos recuerda que nuestra auténtica patria es el Cielo y nos ofrece su ayuda materna para prepararnos al encuentro definitivo con Cristo, al final de nuestra peregrinación en la tierra.

2. Este año, el 15 de agosto, en el corazón del año santo, constituye también el inicio del encuentro mundial de los jóvenes. Muchos de ellos han llegado en los días pasados, y en esta tarde tendrá lugar la apertura oficial de la XV Jornada Mundial de la Juventud, con la ceremonia del rito de acogida, primero en San Juan de Letrán y después en la Plaza de San Pedro.

Agradezco a los organizadores y a los numerosos voluntarios todo lo que han hecho y lo que harán en los próximos días para asegurar el éxito del gran Jubileo de los jóvenes. Doy gracias de manera particular a las familias, parroquias, escuelas, instituciones, que han abierto sus puertas para acoger a los jóvenes peregrinos provenientes de todas las partes del mundo. Se puede decir, que desde hoy hasta el próximo domingo, ¡Roma será la capital de la juventud del mundo!

3. Invocamos la materna protección de la Virgen María para esta cita jubilar. La invocamos contando con la intercesión de san Maximiliano Kolbe, sacerdote y mártir, de quien hacer celebramos su memoria. Que la Reina del cielo, a quien él tanto amaba, siga como madre cariñosa el camino terreno de sus hijos, en especial de las nuevas generaciones, y les recuerde a todos la meta gloriosa, donde ella nos ha precedido y nos espera.

Traducción realizada por Zenit.

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ZENIT Staff

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