La búsqueda del bien, senda para la unión con Dios; según el Papa

Ilustra 6 compromisos bíblicos para alcanzar la comunión divina

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CIUDAD DEL VATICANO, 30 octubre 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ilustró este miércoles la senda que la Biblia presenta al hombre para alcanzar la comunión con Dios y que se sintetiza en el profundo rechazo del mal, contradicción misma de la esencia divina.

«Dios no es indiferente ante el bien y el mal», aclaró el Papa comentando un cántico del profeta Isaías (33; 13-16); y de hecho el hombre, en la profunda búsqueda del bien puede descubrir la morada de Dios.

El pontífice continuó de este modo la serie de intervenciones que está ofreciendo en las audiencias generales semanales, dedicadas a los Salmos y cánticos del Antiguo Testamento, que han pasado a formar parte de la oración diaria de los cristianos.

Ante más de 12 mil personas congregadas en la plaza de San Pedro del Vaticano, constató que «el Señor justo y santo no puede tolerar la impiedad, la corrupción y la injusticia». Como «fuego devorador» y «hoguera perpetua», dijo, «se desata contra el mal para aniquilarlo».

Dios, que es el mismo bien, no puede convivir con el mal, por este motivo, añadió la Biblia explica que «como la cera que se derrite al fuego, parecen los impíos ante Dios». «Dios no es indiferente ante el bien y el mal –insistió–, por el contrario muestra su desdén y su cólera ante la maldad».

Ahora bien, aclaró, el cántico de Isaías no es sombrío, tiene por objetivo último el encuentro entre Dios y el hombre. Para ello, «hace una lista de seis compromisos morales para el auténtico creyente, fiel y justo, que puede morar, sin sufrir daño, en el fuego divino, manantial de beneficios».

El primer compromiso consiste en «caminar en la justicia», recordó el Papa, es decir, «considerar la ley divina como lámpara que ilumina la senda de la vida».

«El segundo consiste en la lealtad y sinceridad a la hora de hablar, signo de relaciones sociales correctas y auténticas», añadió.

«Como tercer compromiso –explicó el Santo Padre–, Isaías propone «rehusar el lucro de la opresión», combatiendo de este modo el abuso de los pobres y la riqueza injusta».

En cuarto lugar, siguió diciendo, el creyente «se compromete a condenar la corrupción política y judicial «rechazando el soborno», imagen sugerente que indica el rechazo de donaciones que buscan desviar la aplicación de las leyes y el curso de la justicia».

«El quinto compromiso es expresado con el gesto significativo de taparse los oídos, cuando se hacen «propuestas sanguinarias», o actos de violencia», explicó.

Por último, el sexto compromiso implica «rechazar de manera absoluta toda complicidad con el mal».

Quien decide seguir esta conducta honesta y justa, concluyó el Papa, «recibirá la seguridad de ese bienestar exterior e interior que Dios da a quien está en comunión con Él».

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ZENIT Staff

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