KIEV, lunes, 24 abril 2006 (ZENIT.org).- «La familia, una comunidad de amor» es el lema del XXII Congreso Internacional de la Familia, cuya edición acogerá Kiev del 9 al 11 de mayo.
De acuerdo con sus organizadores, en Ucrania la institución familiar sigue padeciendo las consecuencias del anterior régimen ateo, que le privó de los valores cristianos, poniendo en peligro su existencia, recoge «Ayuda a la Iglesia Necesitada» (AIN).
De ahí que exista la urgente necesidad de aportar una salud moral a la emergente democracia.
Por primera vez, esta gran cita internacional se celebrará bajo responsabilidad del cardenal Lubomyr Husar, arzobispo mayor de Kiev-Halic de los ucranianos.
Es cabeza de la Iglesia greco-católica de Ucrania, la cual pertenece al grupo de Iglesias de rito bizantino que reconocen la autoridad espiritual y la jurisdicción del obispo de Roma.
Entre los invitados a la cita por la familia acudirán representantes del Patriarcado de Moscú, del Patriarcado de Kiev, de la Iglesia protestante y de las comunidades musulmana y judía.
Entre los temas que abordará el Congreso se prevén «La familia, piedra angular de una sociedad civilizada», «Planificación familiar natural», «La dignidad de la vida humana» y «Los niños, el poder de las naciones».
A los ponentes de ámbito internacional se sumará un representante del Consejo General de la asociación católica internacional AIN, cuya intervención se centrará en «Los padres, primeros maestros del amor».
Ucrania declaró 2006 año del Derecho de Protección de la Infancia; por su parte la Iglesia greco-católica ucraniana, en cooperación con las Iglesias cristianas, lo proclamó asimismo Año de Protección Espiritual del Niño.
Después de la conquista soviética de la región ucraniana en 1944, la Iglesia católica de rito oriental fue suprimida por orden de Stalin, declarándola ilegal. Fue legalizada de nuevo el 1 de diciembre de 1989.
