BOGOTÁ, martes, 19 julio 2005 (ZENIT.org).- Para el arzobispo John P. Foley la comunicación debe ser eje de la próxima Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que se celebrará en 2007.
Así lo constató el presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales al intervenir en el encuentro de los responsables de comunicación de las Conferencias Episcopales de América.
La reunión, organizada por el Departamento de Comunicación del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), tiene entre sus objetivos planificar la colaboración en comunicación para esta quinta Conferencia.
En el encuentro, que concluirá el 21 de julio, se está evaluando el trabajo en comunicación social de las conferencias episcopales, y se están estableciendo proyectos y líneas de trabajo comunes.
El arzobispo estadounidense, en las palabras que dirigió a los presentes, constató que en este momento «vemos a la Iglesia mejor dotada que nunca en materia de medios de comunicación».
«Hoy contamos con incontables publicaciones en papel y emisoras de radio; cada vez más emisoras de televisión, miles de páginas web, unas Organizaciones católicas de comunicación muy activas, y también la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL) como elementos dinamizadores del conjunto», constató.
«El CELAM es muy consciente de que este nuevo panorama comunicacional debe ser aprovechado al máximo para la preparación, difusión y continuidad de la quinta Conferencia», indicó.
Esta conferencia, en la que se espera la participación de Benedicto XVI, debería tener lugar en algún país de América Latina.
Las anteriores Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano han tenido lugar la primera el año 1955 en Río de Janeiro, la segunda el año 1968 en Medellín, la tercera el año 1979 en Puebla y la cuarta en Santo Domingo el año 1992.
«A pesar de lo que usualmente se cree, la Iglesia no sólo no teme el vivir en la “mediosfera” creada por la comunicación, sino que en cierto modo se anticipó a ella», siguió aclarando el arzobispo.
«Las diversas generaciones de cristianos han sido conscientes de su misión –recordó–: anunciar a toda persona, de parte de Dios, el mensaje más valioso, el tesoro de la salvación».
Según monseñor Foley, la Iglesia es «comunión», «es como una “red de redes” extendida hasta los más lejanos rincones de la tierra».
«Imaginemos, por ejemplo –sugirió–, el mapa de América Latina, y en él unas líneas que vinculen a todas las Diócesis, las Conferencias Episcopales, las escuelas y universidades católicas, casas de religiosos y religiosas, movimientos laicales, etc.».
«Estas redes ya existen –reconoció–. Son redes de personas e instituciones unidas por la fe, que dialogan y trabajan juntas en muchos aspectos».
«Nos corresponde ahora dotar a quienes carecen aún de medios para comunicarse y, con un espíritu de comunión en el Señor, facilitar la llegada del mensaje y la participación de todos en forma más decidida y orgánica», propuso el arzobispo.
