ROMA, viernes, 16 enero 2004 (ZENIT.org).- «La comunidad católica mexicana de Roma se distingue por su cohesión solidaria y su ímpetu misionero». Así la define la revista digital «Migranti-Press», de la Conferencia Episcopal Italiana, en su último número (http://www.migrantes.it.
La comunidad mexicana católica en la Ciudad Eterna busca «conservar las tradiciones y la cultura mexicanas» y con sólo cuatro años de vida, desde que se ha organizado como tal, ya está pensando cómo contactar con organizaciones similares en otros lugares de Italia y de Europa.
Los mexicanos en Roma no son muchos: en el 2002 en toda Italia eran sólo 4.095, la mitad de los cuales reside en la capital. Según los datos de «Migranti-Press» en estos momentos son unos 10.000.
Una gran presencia se debe a motivos religiosos y de estudio, así como por matrimonios mixtos.
Entre los servicios que ofrece la comunidad destacan prácticas profesionales, la información sobre reconocimiento de títulos de estudios, la asistencia legal y las consultas sobre reservas de hotel, cultura, familia o nutrición.
El 28 de octubre del 2000 esta comunidad se registró como grupo específico mexicano, ya que hasta el momento era uno de los 17 centros pastorales de la misión latino-americana en Italia.
Aparte de los encuentros en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en la vía Aurelia de Roma dirigida por los Legionarios de Cristo, el punto de encuentro es la iglesia de San Ignacio de Loyola, en pleno centro histórico de Roma.
El animador es el misionero de San Carlos (escalabrianiano) Oscar Gil, de Guadalajara, quien asiste también a la comunidad brasileña en la ciudad eterna.
La participación a la llamada «Misión permanente latinoamericana» es siempre muy vistosa y alegre. Según explica Migrantes, «esta comunidad se distingue por los sólidos lazos de amistad entre los miembros y también por su solidaridad y asistencia caritativa».
Su página web es: http://www.comunidad-mexicana.com.
