CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 12 enero 2007 (ZENIT.org).- La Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que inaugurará Benedicto XVI el 13 de mayo en Aparecida (Brasil) busca dar una respuesta al fenómeno de los fieles de ese continente que abandonan el catolicismo.
Así lo explicó este viernes el padre David Gutiérrez, director de la Oficina de Información del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en un encuentro con los periodistas en la Sala de Prensa de la Santa Sede para informar sobre la preparación de esa cumbre episcopal.
Este es el motivo que explica la elección del tema, elegido por el Papa, «Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida – «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida», Juan 14,6».
«Una de las preocupaciones es que muchos de nuestros creyentes están dejando el catolicismo. Y entonces la pregunta es: ¿por qué?», reconoció el padre Gutiérrez en la sesión de preguntas y respuestas con la prensa.
«Una primera respuesta que se ha dado es la siguiente: hemos sido atacados por las sectas. Pero el problema no son las sectas, el problema son nuestros creyentes», aseguró.
«¿Por qué hay debilidad? –se preguntó– ¿Por qué ante cualquier propuesta no permanecen firmes en la fe?».
Por eso, aclaró, el tema de la Conferencia General «se centra en los creyentes en Cristo y en el carácter misionero» de la Iglesia.
«No es sólo una fe “intimista” sino que debe ser compartida con los demás», afirmó.
Por este motivo, señaló, la Conferencia no concluirá simplemente, como en el pasado, con un documento conclusivo, que posteriormente será aprobado por el Papa. «A partir de esa conferencia comenzará una gran misión continental», reveló el sacerdote.
«La Conferencia dará inicio a una dinámica evangelizadora de renovación de los católicos en América Latina. Es la novedad de esta quinta Conferencia».
«No queda claro cómo se desarrollará esta misión. El CELAM está viendo con expertos en misionología para analizar cómo se desarrollará esta gran misión continental. No sabemos cuánto durará, pero sabemos que será un trabajo a largo plazo para reforzar la fe de las personas de América Latina».
«El 31 de mayo será el último día de la Conferencia, pero será también el inicio de la gran misión», aclaró al ilustrar el sentido de esta asamblea que reunirá en el santuario brasileño a 176 obispos, arzobispos y cardenales, quienes contarán con la ayuda y la voz de otros 94 participantes (sacerdotes, religiosas y religiosos, laicas y laicos, y representantes ecuménicos).
En estos momentos, en la sede del CELAM en Bogotá, está trabajando un equipo de nueve expertos, que están preparando el así llamado «Documento de síntesis», redactado a través de las contribuciones que han presentado a la Conferencia las Conferencias Episcopales, dicasterios del Vaticano, y otros organismos católicos latinoamericanos (de los religiosos, del mundo del trabajo, etc.).
«Se cree que a mitad o a finales de febrero estará listo el “Documento de síntesis”. Luego se enviará a los obispos y se hará una difusión pública», revelo el padre Gutiérrez.
«Entre los temas que han surgido están las sectas, los excluidos, la pobreza (tema repetido), las diferencias entre los ricos y los pobres. Puebla ya hablaba de esto, pero estas diferencias son hoy muy grandes, y esta división, con la globalización en términos neoliberales, ha aumentado», reveló.
«Hay otros temas que están saliendo como la violencia, el narcotráfico, el papel de la mujer en la Iglesia, el de los jóvenes, el tema político, sobre todo mirando los cambios que se han dado en los últimos momentos en América Latina y sobre los que los obispos no pueden quedarse a un lado», siguió explicando.
«Tienen qué preguntarse qué busca el pueblo cuando pide un cierto tipo de orientación política. Estos temas tienen que ser discutidos para después ofrecer orientaciones pastorales», indicó.
Las Conferencias Generales del CELAM han tenido un papel decisivo en la historia de la Iglesia en América Latina en la segunda mitad del siglo XX. Se han celebrado precedentemente en Río de Janeiro (1955), Medellín (1968), Puebla (1979), Santo Domingo (1992).
Los obispos que se encontrarán en Aparecida, en representación de los países de América Latina y el Caribe, de Estados Unidos, de España y Portugal, representan casi a la mitad de los católicos del mundo.
Más información en http://www.celam.info
