ROMA, 26 septiembre 2002 (ZENIT.org).- El Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Italiana ha hecho pública una declaración en la que pide encontrar alternativas a una «guerra preventiva» contra Irak.
En el documento, que fue hecho público este martes, los obispos italianos consideran que este tipo de ataque «tendría inaceptables costes humanos y gravísimos efectos desestabilizadores sobre toda la zona de Oriente Medio y, probablemente, sobre todas las relaciones internacionales».
Por este motivo piden «encontrar alternativas a la hipótesis de una guerra preventiva contra Irak».
En este sentido, los prelados consideran que «parece determinante reforzar el papel disuasivo de la ONU, así como el convergente compromiso de los países capaces de ejercer una influencia concreta sobre el Gobierno iraquí, quien por su parte tendrá que manifestar una disponibilidad real para buscar acuerdos y respetarlos».
Al presentar el documento a la prensa, el obispo Giuseppe Betori, secretario de la Conferencia Episcopal Italiana, explicó este martes que «la auténtica prevención no viene de la guerra, sino de una obra de disuasión y de remoción de las causas que crean un contexto favorable tanto a las guerras como al desarrollo del terrorismo».
«La guerra no se combate con la guerra, sino con la paz y con la remoción de las causa de los conflictos», recalcó respondiendo a las preguntas de los periodistas.
«La primera de ellas –añadió el secretario general del episcopado italiano– es la trágica situación en Tierra Santa, que debe resolverse cuanto antes».
La postura contra la «guerra preventiva» ya había sido expuesta en la apertura de la reunión del Consejo Permanente, el 16 de septiembre, por el cardenal Camillo Ruini, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y obispo vicario del Papa para la diócesis de Roma.
