La contribución cristiana al proceso de integración europea, a examen

Congreso de la Comisión de Episcopados de la Unión Europea en Santiago de Compostela

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SANTIAGO DE COMPOSTELA, viernes, 23 abril 2004 (ZENIT.org).- «Contribuir a construir una Europa de paz, que encuentra su fuente viva en el Evangelio» es la clave que ofrece el Papa para interpretar la fase actual de ampliación de la Unión Europea y la indicación de la misión de los cristianos, según recordó el miércoles monseñor Julián Barrio Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela, en la apertura del Congreso de la COMECE (Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea).

En vísperas de la cercana ampliación de la Unión Europea, la semana ha estado marcada por iniciativas para subrayar la responsabilidad de los cristianos en la construcción de una Europa unida, fiel a los valores de su fe.

Precediendo el Congreso, del 17 al 21 de abril unos cuarenta obispos de la COMECE guiaron a 300 participantes de los 25 países de la futura UE en una peregrinación a Santiago de Compostela con motivo del Año Santo Jacobeo 2004.

Se han sumado a la peregrinación personalidades políticas y representantes de comunidades y asociaciones religiosas, así como miembros de otras confesiones cristianas. El camino les ha permitido orar juntos e intercambiar experiencias y opiniones sobre el presente y futuro de Europa.

«Unión Europea: esperanza y responsabilidad. El desarrollo de la unidad europea desde una perspectiva teológica» ha sido el lema del congreso de la COMECE que, del 21 al 23 de abril, ha reunido en la ciudad compostelana a 140 representantes de las Conferencias Episcopales de los 25 países –que desde el 1 de mayo formarán la UE– con estudiosos y expertos de todo el continente.

El arzobispo de Santiago de Compostela constató en la apertura de los trabajos que «este continente tiene necesidad de esperanza y nosotros estamos llamados a hacerla presente y concreta con una implicación responsable en los acontecimientos de los hombres y mujeres de nuestro tiempo», recoge la agencia «Sir» del episcopado italiano.

Para monseñor Barrio, la Unión «será fructífera para los ciudadanos y duradera si sabe reconocer sus propios orígenes cristianos».

El presidente de la COMECE, monseñor Josef Homeyer –obispo de Hildesheim (Alemania)–, se centró en el significado de las Bienaventuranzas, «que no es sólo religioso y espiritual, sino también político»: «es un mensaje para los hombres y mujeres de hoy y para nosotros, empeñados en realizar una Europa fundada en el derecho, el desarrollo y la paz».

«En especial –prosiguió monseñor Homeyer–, impacta el pasaje en que Jesús afirma: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados”. Esta palabra nos involucra en la vertiente social, nos indica una tarea precisa en la “polis”» porque «la fe no es un patrimonio para relegar en la esfera privada, sino que debe enervar la vida de cada día».

De ahí que «los cristianos y toda la Iglesia se deben sentir comprometidos en denunciar las injusticias, en llevar a cabo una vida de paz que dé a cada uno oportunidad de realizarse». En este sentido, «es necesario trabajar para defender la dignidad de la vida y para infundir esperanza en los ciudadanos», recalcó.

Monseñor Homeyer no ocultó las dificultades que pueden surgir en este camino y el hecho de que «hoy Europa ya no se presenta como un continente multiconfesional, sino que se convierte en una realidad multirreligiosa donde se impone una confrontación abierta entre identidades y credos distintos, en el máximo respeto recíproco».

Por su parte, monseñor Giuseppe Merisi –obispo auxiliar de Milán y miembro de la COMECE–, recordó que «los creyentes están llamados a consolidar la pasión evangelizadora y el compromiso concreto hacia la construcción europea, tal como el Papa indica en “Ecclesia in Europa”».

A propósito de la redacción de la Constitución de la UE, puntualizó: «Nosotros esperamos aún una mención explícita de las raíces cristianas en el Preámbulo del Tratado. Al mismo tiempo es urgente renovar el empeño para testimoniar la herencia cristiana en la vida de cada día».

El Congreso, concluido este viernes, deja ahora paso a la celebración de la Asamblea Plenaria de la COMECE.

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ZENIT Staff

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