La Custodia Franciscana pide a Israel levantar el toque de queda en Belén

Impediría las famosas celebraciones de preparación de Navidad

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JERUSALÉN/ROMA, 22 noviembre 2002 (ZENIT.org).- La Custodia Franciscana en Tierra Santa ha pedido este viernes a Israel que levante el toque de queda impuesto a la ciudad de Belén, pues impedirá la celebración de importantes celebraciones religiosas.

La petición fue presentada a representantes del Ejército israelí por el padre Ibrahim Faltas, custodio franciscano de la Basílica de la Natividad, cuyo rostro se hizo famoso en el mundo entero durante los días del asedio del templo, entre el 2 de abril y el 10 de mayo pasado.

En la noche entre el jueves y el viernes, decenas de tanques del Ejército israelí invadieron Belén, declarada «zona militar cerrada», en respuesta al último atentado del kamikaze palestino que, según parece, era originario de Belén.

«Nadie puede salir –constataba este viernes el padre Ibrahim Faltas, en declaraciones telefónicas a Radio Vaticano, no sabemos qué se puede hacer. La gente está desesperada».

El religioso explica que la ocupación israelí impedirá a los católicos participar este sábado y domingo en la tradicional fiesta, en la que el Custodio de Tierra Santa, el padre Giovanni Battistelli, entra solemnemente en la Basílica de Navidad, en preparación de la Navidad.

Los franciscanos querían inaugurar la «puerta de la paz», que ha sido bendecida por Juan Pablo II, pero los religiosos no sabían al cierre de esta edición si la ceremonia podría tener lugar.

«Estamos cerca de Navidad –sigue diciendo el padre Faltas, de origen egipcio–. Hasta antes del atentado había muchos peregrinos que habían reservado plazas para venir a Belén. Pero con esta situación, ahora no sabemos si vendrán».

Desde la tarde del jueves, concluye, «los peregrinos ya no vienen a la Basílica. Los únicos que están en la basílica son los religiosos».

Belén y Nazaret son las ciudades que tradicionalmente eran consideradas como cristianas en Tierra Santa, a pesar de que el número de cristianos en la ciudad de David es de 12.000 frente a unos 35.000 musulmanes. La violencia y crisis económica está llevando a muchos cristianos a abandonar su tierra.

Desde Roma, donde estaba de visita, el padre Battistelli, superior dela Custodia franciscana, lanzó este jueves un llamamiento a todos los implicados para que la próxima Navidad no quede bañada por la sangre en Tierra Santa.

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ZENIT Staff

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