La defensa de la vida humana, primera preocupación de Juan Pablo II en el hospital

En su primer mensaje tras ser hospitalizado

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 6 febrero 2005 (ZENIT.org).- Las primeras palabras que Juan Pablo II dirigió este domingo al aparecer en público tras cinco días de hospitalización se convirtieron en una convencida defensa de la vida humana, en particular de los más indefensos, los niños.

«¡Es necesario tener confianza en la vida!», afirmó al asomarse a la ventana de su habitación en el Hospital Agostino Gemelli en el discurso que en su nombre leyó en italiano el arzobispo argentino Leonardo Sandri, sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede,

«Confianza en la vida exigen silenciosamente los niños que todavía no han nacido –subrayó–. Confianza piden también los numerosos niños que, al quedarse sin familia por diferentes motivos, pueden encontrar una casa de acogida a través de la adopción y del cuidado temporal».

El «desafío de la vida», indicó, «es el primero de los grandes desafíos de la humanidad de hoy».

En el discurso que dirigió al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede el 10 de enero pasado, Juan Pablo II consideró que los cuatro desafíos más apremiantes que afronta el mundo en estos momentos son la vida, el pan, la paz y la libertad.

En este domingo la Iglesia católica en Italia celebraba la Jornada por la vida, que tiene lugar en momentos en los que se han convocado referendos que buscan liberalizar la ley sobre procreación asistida, aprobada por el gobierno italiano, con el objetivo de permitir, entre otras cosas, los experimentos con embriones humanos.

El pontífice se dirigió al «querido pueblo italiano» a «todos los que llevan en su corazón la defensa de la vida naciente» para exhortar «a los católicos y a los hombres de buena voluntad a defender el derecho fundamental a la vida, en el respeto de la dignidad de toda persona humana».

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ZENIT Staff

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