La edificación de Europa debe basarse en el respeto del ser humano, asegura el Papa

Al recibir a los obispos de Croacia en visita «ad limina apostolorum»

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CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 6 julio 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha constatado que el proyecto de integración europeo no podrá tener éxito si no tiene en cuenta a las personas, comenzando por el respeto de su vida desde el primer instante de su concepción hasta su muerte natural.

Así lo explicó este jueves el Papa a los obispos de Croacia a quienes recibió al concluir la quinquenal visita «ad limina apostolorum» que han realizado al Papa y a sus colaboradores de la Curia Romana.

En su respuesta al saludo del cardenal Josip Bozanic, arzobispo de Zagreb y presidente de la Conferencia Episcopal de ese país, el Santo Padre constató que Croacia «desde siempre vive en el ámbito de la civilización europea», y, «con razón, desea que ser reconocido como miembro de la Unión Europea».

Croacia solicitó su entrada en la Unión Europea en 2003 y ha conseguido ser candidato oficial el 18 de junio de 2004. Las negociaciones comenzaron el 3 de octubre de 2005.

Si el país entra en la Unión, añadió el pontífice, podrá «entablar una relación, con sentimientos de respeto y de diálogo, con los demás europeos, ofreciendo la contribución de su propia cultura y de sus propias tradiciones, en la búsqueda compartida de la plena verdad sobre el hombre».

De hecho, es «esencial», según Benedicto XVI, «que la edificación de la casa común europea se base siempre sobre la verdad del hombre, apoyándose en la afirmación del derecho de cada quien a la vida desde la concepción hasta la muerte natural».

Este respeto por el ser humano implica, además, el «reconocimiento de la dimensión espiritual del ser humano, en la que se arraiga su inalienable dignidad», así como «el respeto por las opciones religiosas de cada uno, en las que se testimonia la inalienable apertura a la trascendencia».

«Es posible encontrar el acuerdo sobre estos valores incluso por parte de quien, sin adherir a la Iglesia católica, acepta la voz de la razón, mostrando sensibilidad ante la ley natural», afirmó el Papa.

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ZENIT Staff

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