La esperanza cristiana en el Vía Crucis del Coliseo con el Papa

“Su muerte se convierte en fuente de vida”, explica en el Viernes Santo

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ROMA, viernes 2 de abril de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha presidido un Vía Crucis para la esperanza este Viernes Santo, en el Coliseo, rodeado por un río de unas 50 mil velas llevadas por peregrinos de todos los continentes.

«El Viernes Santo es el día de la esperanza más grande, la madurada en la cruz», explicó el Papa, en el momento en el que el calendario registraba los cinco años de la muerte de Juan Pablo II, fallecido a las 21:37 del 2 de abril de 2005.

«Entregando su existencia, donada a las manos del Padre, Él sabe que su muerte se convierte en fuente de vida», añadió el Santo Padre en un discurso que sirvió de corolario a las meditaciones escritas para esta ocasión por el cardenal Camillo Ruini, vicario emérito del Papa para la diócesis de Roma.

«Nuestros fracasos, nuestras desilusiones, nuestras amarguras que parecen marcar el derrumbe de todo, son iluminados por la esperanza», añadió el Santo padre, cuyas palabras eran transmitidas en directo por canales de televisión de todo el mundo.

«El acto de amor de la cruz confirmado por el Padre y la luz fulgurante de la resurrección, lo envuelve y lo transforma todo», subrayó.

«De la traición puede nacer la amistad, de la renegación el perdón, del odio el amor», dijo el obispo de Roma, quien concluyó con esta oración: «Concédenos, Señor, llevar con amor nuestra cruz, nuestras cruces cotidianas, con la certeza de que éstas están iluminadas con el fulgor de tu Pascua».

La cruz fue cargada en las catorce estaciones por el cardenal Agostino Vallini, actual obispo vicario del Papa para Roma (la primera y la última), dos fieles haitianos, dos iraquíes, una de la República Democrática del Congo, una de Vietnam, dos franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, dos voluntarios que trabajan con enfermos y un enfermo en silla de ruedas, y una familia de la diócesis de Roma.

Las meditaciones del cardenal Ruini recogieron el sufrimiento de las mujeres y hombres de hoy, desde la enfermedad hasta la pérdida de un ser querido o del trabajo, para explica que la cruz no puede quedar separada de la resurrección.

«Sólo creyendo en la resurrección podemos recorrer de manera sensata el camino de la cruz», escribía el purpurado, que durante años ha sido presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, a quien el Papa le ha encomendado presidir una Comisión sobre Medjugorje.

Los pasajes del Evangelio en italiano fueron leídos por el actor Luca Lionello, intérprete de Judas en la película «La Pasión» de Mel Gibson, y que se convirtió a la fe y vida cristianas al realizar ese papel.

Este Sábado Santo, a las 21.00 horas, el Papa presidirá la Vigilia Pascual en la Basílica Vaticana. En la mañana de este domingo, a las 10.15, celebrará misa y, a mediodía, pronunciará su mensaje de Pascua e impartirá la bendición «urbi et orbi».

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ZENIT Staff

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