La excusa de Putin para expulsar a un obispo católico de Siberia

Monseñor Mazur habría usado el nombre japonés de una localidad rusa

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ROMA, 8 septiembre 2002 (ZENIT.org).- El uso del nombre japonés de una localidad rusa sería la excusa aducida por el presidente Vladimir Putin para expulsar al obispo católico de Siberia oriental.

Esta es la conclusión a la que llega una investigación del Keston Institute http://www.keston.org , centro con sede en Oxford (Reino Unido) para estudiar la libertad religiosa en las antiguas Repúblicas Soviéticas.

Los investigadores de Keston no han podido ver la carta en la que Putin explica a Juan Pablo II los motivos por los que ha sido expulsado de la diócesis de San José en Irkutsk monseñor monseñor Jerzy Mazur.

«La carta está en manos del Santo Padre y muy pocos en el Vaticano la han visto», han explicado fuentes de la Santa Sede.

El arzobispo católico de Moscú, Tadeusz Kondrusiewicz, ha declinado asimismo revelar lo que el presidente ruso escribió. El 28 de agosto pasado, en declaraciones a la agencia AP, afirmó que Putin no explica el motivo de la denegación del visado. «La respuesta no nos ha dejado satisfechos», concluyó.

El diario «Avvenire», citando «fuentes diplomáticas rusas», reveló que Putin había escrito en su misiva al pontífice que la retirada del visado al obispo Mazur y al sacerdote italiano Stefano Caprio no eran «el resultado de una campaña contra la Iglesia Católica».

Indicó que el presidente dijo al Papa que la cuestión era más bien una de las «medidas ordinarias» tomadas por un estado soberano contra ciudadanos extranjeros a título individual.

Por su parte «Catholic World News» supo de fuentes vaticanas que Putin declaró en su carta no tener nada personalmente contra la Iglesia Católica pero que no podía dar ningún paso a favor del obispo Mazur al ser este culpable de usar el nombre japonés de la isla de Sajalín, que en parte pertenece a su diócesis.

La respuesta de Putin se hace eco de una declaración hecha por el ministro de Exteriores ruso, en febrero, en la que se quejaba de que el título del obispo Mazur incluía la denominación «Karafuto», el nombre que tuvo este lugar entre 1905 y 1945, cuando el sur de Sajalín fue territorio japonés.

El Vaticano insistió en que el uso de «Karafuto» era una mera formalidad, aunque cambió el nombre de esta parte de la diócesis por el de «Sajalín Sur», en abril de este año.

La fuente vaticana lamentó que el caso Mazur se haya avinagrado de esta manera y afirmó no saber nada más sobre el caso.

«La oración es muy importante», subrayó, indicando que monseñor Mazur se comunica diariamente con sus fieles por teléfono y correo electrónico.

La misma fuente dijo que el Papa no ha vuelto a escribir a Putin ya que su misiva era una respuesta a preguntas de Juan Pablo II y no necesitaba ulterior contestación. Informó que el pontífice pidió al presidente, en su carta de mayo, que permitiera al obispo volver a su diócesis «de acuerdo con la Constitución rusa».

«El Santo Padre no pide privilegios para los católicos. Ha sido muy moderado y muy delicado, aunque conoce los derechos del pueblo [la grey de monseñor Mazur]. Su intención es conciliatoria sin descuidar la asistencia a los católicos del lugar», aclara la fuente vaticana.

Esta misma fuente comparó la situación rusa, donde dos diócesis han sido rechazadas en el registro oficial, con lo que sucede en la vecina Ucrania y otras ex repúblicas soviéticas y reveló que la petición de la ciudadanía rusa por parte de monseñor Mazur ha sido denegada.

Un nuevo sacerdote católico ha sido expulsado de Rusia. El padre Stanislav Krajnak, eslovaco, quien realizaba su ministerio sacerdotal en Yaroslavl, tuvo que abandonar el país el pasado 9 de agosto. Las autoridades se negaron a renovar su visado.

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ZENIT Staff

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