La Facultad Pontificia de Teología de San Buenaventura celebra cien años

Entrevista con fray Zdzislaw Kijas, decano de la Facultad

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CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 20 marzo 2006 (ZENIT.org).- Fray Zdzislaw Kijas ofm conv, recién elegido decano de la Facultad Pontificia de Teología San Buenaventura de Roma, proviene de la Academia Pontificia de Teología de Cracovia. Ha dado cursos en Suiza, Alemania, Rumania, Rusia y Brasil. Miembro de la Comisión para el Diálogo Ecuménico con las Iglesias Ortodoxas de la Conferencia Episcopal Polaca, ha participado en numerosos congresos ecuménicos internacionales.

–La Facultad ha celebrado su centenario de reanudación de las actividades académicas pero en realidad el Colegio San Buenaventura tiene una tradición de muchos siglos. ¿No es así?

–Fay Kijas: El Colegio San Buenaventura hunde sus raíces en 800 años de tradición académica franciscana, iniciada en el «Studium» General de París, en 1236, en la Basílica romana de los Santos Doce Apóstoles, por el Papa Sixto V. Luego, fue trasladado a San Teodoro, en el siglo XIX, para ser luego suprimido, con la supresión de las congregaciones religiosas que hizo el Reino de Italia en 1873. En 1905, se reanudaron las actividades académicas con la institución de la Facultad Teológica San Buenaventura-«Seraphicum» por san Pío X. En 1964, la orden decide trasladar la Facultad al gran barrio EUR de Roma, donde hoy sigue realizando su actividad. Centro intelectual de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, concede, además del bachillerato, los títulos de Licencia y Doctorado en Cristología y en Franciscanismo, con una línea histórica y espiritual.

–¿Cuáles son las otras actividades de estudio, junto a las propiamente teológicas?

–Fay Kijas: Junto a las especializaciones, tenemos un master dirigido a laicos, «Peace Building Management» (Gestión de la Construcción de la Paz), en colaboración con la Comunidad de San Egidio y con la asociación Europa 2010. La construcción de la paz en las zonas de crisis del mundo empeña directa e indirectamente a diversas profesiones, como agentes de las fuerzas armadas, voluntariado, personal médico y paramédico, educadores y civiles con actividades y relaciones laborales, incluso de tipo privado. En la Facultad, hay otras academias que centran sus estudios en la Mariología y la Patrística, tanto griega como latina. Y, junto a la Facultad, otro master independiente, en «Grafología», fundado en 1984, gracias a la escuela franciscana de Grafología iniciada por el padre Girolamo Moretti, el primero en Italia en formar grafólogos altamente profesionalizados.

–La Facultad celebró el 11 de marzo la fiesta de los cien años de la reanudación de las actividades académicas, ¿cómo han preparado este evento y qué expectativas tienen para el futuro próximo?

–Fay Kijas: La fiesta de la Facultad, que celebra la atribución a san Buenaventura del título de doctor seráfico, ha sido motivo de conmemoración para quienes en el pasado prestaron servicio a la Facultad, y aquellas personalidades que se han formado en ella, como Lorenzo Ganganellí, luego Papa Clemente XIV, muchos cardenales y científicos, y entre los últimos, san Maximiliano Kolbe y el siervo de Dios Leone Veuthey.

La celebración nos ha dado la oportunidad de repasar las alegrías y las dificultades del presente, con vistas a un futuro próximo de colaboración con las demás familias franciscanas y los demás institutos de la Orden diseminados por Roma y el mundo. Se han debatido temas relativos al Proceso de Bolonia (el itinerario que ministros franciscanos de los países europeos se han comprometido a seguir para construir el espacio europeo de educación superior, ndr.), de la estructura de la Facultad, y gracias a las intervenciones del cardenal Zenon Grocholeswki, prefecto de la Congregación para la Educación Católica, y del profesor Massimo Borghesi, profesor de Ética de la Facultad de Filosofía Moral de la Universidad de Perugia, se ha podido captar savia nueva para responder a los desafíos del tiempo actual, de la interculturalidad y la secularización, que hacen necesarios cada vez más auténticos teólogos que sean testigos de lo que enseñan.

Por último, la atención se ha dirigido al crecimiento de la Orden franciscana, cada vez más presente en Asia, América Latina y África.

–Ha sido recientemente nombrado por el cardenal Camillo Ruini, obispo vicario para la diócesis de Roma, teólogo para el proceso de canonización del Papa Juan Pablo II. ¿En qué consiste su trabajo?

–Fay Kijas: El trabajo que me ha sido confiado, dentro de la Comisión de teólogos, consiste en leer críticamente todos los escritos que Karol Wojtyla escribió antes de su pontificado y todos los escritos «personales» del Papa, redactados desde su nombramiento hasta la muerte. Un trabajo de amplia responsabilidad que exige gran dedicación. Quien conoce a Juan Pablo II se sabe lo numerosos que son sus escritos.

[Para más información: Facultad Pontificia de Teología San Buenaventura, Instituto Superior de Grafología]

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ZENIT Staff

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