La hermana Ana Rosa, prima del papa: "siempre ha pedido que recemos por él"

Entre los miles de fieles presentes hoy en la plaza la prima del papa también emocionada por poder acompañarle en un día como hoy

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Al finalizar la misa de inicio del pontificado del papa Francisco, ZENIT ha hablado con Ana Rosa, de la congregación de Hijas de María Auxiliadora, salesiana de Don Bosco, una prima del papa Francisco; la madre de Bergoglio y el padre de la hermana Ana Rosa eran primos. La religiosa es misionera en Tailandia y cuenta que «allí eran las dos de la mañana cuando conocimos la noticia y yo pensé ¿sí? ¿de verdad? fue muy emocionante». «Dio un mensaje de esperanza muy lindo y llamó a trabajar por los que más necesitan, el servicio de la Iglesia. El que más tiene y el que más puede que se mezcle más con el que más necesita que es muy importante». Un gesto muy significativo, comenta la hermana, ha sido que invitó al jefe de los cartoneros. Los cartoneros, explica, son gente que recoge cartones y derivados del papel por la calle y los reciclan para conseguir algo de dinero. La hermana Ana Rosa, que conoce personalmente al papa, ha contado que «es una persona muy humilde y muy austera. Cuando estamos con él, estamos en familia. Siempre que voy a Buenos Aires desde Tailandia le voy a visitar. Hoy he tenido ocasión de hablar con él y he estado sentada al lado del altar», afirma aún emocionada. «Cuando el papa me ha visto me ha dicho «¿qué estás haciendo acá? ¡te viniste!». Recuerda que cuando fue creado cardenal también vino toda la familia desde Argentina y ella desde Tailandia. En esta ocasión también la familia ha querido acompañarle en este momento también importante para él, «han venido la cuñada y 18 entre sobrinos y sobrinos nietos».

Cuenta también la hermana, que Francisco es muy familiar. «Siempre que nos encontramos me dice, Ana Rosa reza por mí. Haz rezar también a las hermanas viejitas». «Si ya antes lo pedía, más aún ahora, hay que rezar mucho por él».

Dos mujeres argentinas que están con ella cuentan la casualidad de estar aquí con un viaje organizado desde hace tiempo. En el momento en el que se conoció que el cardenal Bergoglio era el nuevo papa, aún en su país, se llamaron por teléfono para compartir la alegría del momento, «lloré de la emoción», dice una de ellas, «la verdad es que no nos lo esperábamos». «Cuando escuché que el nombre que había elegido era Francisco, me emocioné aún más, continúa su amiga, ¡mi hijo y mi padre también se llaman así! Yo ese día –continúa- tocaba el cielo con las manos». En estos primeros días, afirman «el papa ya ha marcado tendencia, se le ve muy humilde».

Cientos de fieles han acompañado hoy al papa Francisco en la misa de inicio del ministerio petrino del obispo de roma en la solemnidad de San José. Se calcula que entre 150.000 y 200.000 personas han estado presentes en la Plaza de San Pedro y alrededores. La lluvia ha firmado una tregua y ha dejado que el sol brille durante toda la celebración eucarística.

Una ceremonia cargada de símbolos y gestos que ha estado acompañada por la emoción de los presentes. El papa ha aparecido en la plaza en torno a las 8:50 de esta mañana subido en un jeep blanco descubierto y saludando al pueblo reunido para la Eucaristía. Con un gesto alegre y alzando el pulgar en algunas ocasiones en gesto de aprobación y cercanía. En una ocasión le han acercado a un niño pequeño al que besó con ternura y pocos minutos después se bajo del automóvil para besar a un enfermo que se encontraba en primera fila detrás de una de las vallas.

Además de los fieles en la plaza, el papa Francisco también ha contado con la compañía de representantes de otras religiones, otros ritos cristianos, y delegaciones de 134 países. Banderas de todos los países y pancartas de distintos movimientos, parroquias y grupos daban color a la plaza.

Un matrimonio argentino, de Rosario, se aleja de San Pedro al finalizar la eucaristía con la bandera de su país a los hombros. Han venido hasta Roma a propósito para acompañar al papa en este día tan especial. Reconocen que sintieron una emoción indescriptible cuando conocieron la noticia de que el cardenal Bergoglio había sido elegido nuevo pontífice. «Es un regalo para el mundo no sólo para los argentinos», dice la mujer. «Estos primeros días del papa están marcando un camino, está dando señales de lo que va a ser su pontificado y estamos convencidos de que va a seguir en este camino,  le va a costar pero lo va a conseguir. Por eso vinimos, porque confiamos en él», asegura su marido.

Un grupo de religiosas del Verbo Encarnado, una congregación argentina. Viven en Italia y han venido a la misa por que están muy contentas con el papa y han querido acompañarle. Nos comentan que sintieron una gran alegría al conocer la noticia aunque al principio casi no se lo podían creer. «Estamos muy contentas y rezaremos mucho por él para que sea lo mejor para la Iglesia», han afirmado.

Mauro, también argentino, tenía el viaje programado desde hace mucho tiempo porque su hija vive aquí y venía a visitarla. Sobre el papa Francisco comenta que «es excepcional como persona, va a tener una gran convocatoria y se percibe que la gente se ha acercado más a la Iglesia con este papa que es tan cercano a la gente». Los primeros días del papa, continúa, «han sido maravillosos con una perspectiva de futuro grandiosa de la raíz católica». Este papa deja ver «hermandad, amistad, fraternidad y fe, mucha fe». Reconoce que recibió la noticia con mucha alegría pero también con estupor inicial y que es muy gratificante.

Dos jóvenes españolas, estudiantes Erasmus en Roma, reconocen la emoción que han sentido por vivir este momento histórico. Cuentan que también estuvieron en la plaza el martes y miércoles pasados esperando la fumata blanca, y también lo vivieron con mucha emoción. Sobre el papa dicen que «se ve que es un hombre muy humilde», y que lo ha demostrado con gestos como el mantener la cruz que usaba de cardenal. 

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