La Iglesia contribuye a salvar el proceso de paz en Colombia

El presidente Pastrana levanta el ultimátum tras un acuerdo con las FARC

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

BOGOTA, 15 enero 2002 (ZENIT.org).- La contribución de representantes de la Iglesia católica ha sido decisiva para prorrogar el frágil proceso de paz en Colombia, que a punto estuvo de desvanecerse este lunes.

El presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, el arzobispo Alberto Giraldo, aplaudió un acuerdo entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) alcanzado cuando apenas faltaban cuatro horas para que se cumpliera el ultimátum lanzado por el presidente Andrés Pastrana.

De no haberse logrado el compromiso, unos 12.000 efectivos de las fuerzas militares con tanques, aviones y helicópteros de guerra habrían entrado por la fuerza en un enclave de 42.000 kilómetros cuadrados (equivalente a dos veces el tamaño de El Salvador), controlado por la guerrilla. Se temía un baño de sangre, incluso entre las poblaciones civiles que en él viven.

El acuerdo se alcanzó en una intensa jornada de negociaciones en las que participaron monseñor Giraldo, y el nuncio apostólico, el arzobispo Beniamino Stella. Fue decisiva también la labor del delegado de las Naciones Unidas, James LeMoyne, que gozaba del apoyo de embajadores de diez países que promueven el proceso de paz.

El fracaso de la cumbre de Los Pozos –poblado de la zona del Caguán donde se celebraron las conversaciones de paz– hubiera significado el fin de tres años de negociaciones entre el Gobierno y las FARC con el objetivo de acabar con 38 años de una guerra interna que ha acabado con la vida de más de 40.000 personas en la última década.

Al final del encuentro, si bien Pastrana anuló el ultimátum para que el ejército entrara en el enclave guerrillero, exhortó a las FARC a llegar a acuerdos concretos de armisticio antes del 20 de enero, cuando culmina la vigencia de la zona controlada por los rebeldes.

Según lo convenido, las FARC y el gobierno se comprometieron a comenzar a discutir de inmediato la cesación de las hostilidades, la suspensión de los secuestros y a «llegar en breve plazo a acuerdos concretos». Por primera vez en tres años el grupo guerrillero da marcha atrás y acepta las condiciones que impuso Pastrana para detener el reloj de la guerra.

Por su parte, el Gobierno se compromete a combatir con todo el potencial del Estado a los grupos paramilitares.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, celebró el acuerdo y felicitó tanto a Pastrana como al líder rebelde, Manuel Marulanda, alias «Tirofijo», máximo comandante de las FARC, con unos 17.000 combatientes.

Los diálogos de paz habían sido suspendidos por la guerrilla a mediados de octubre cuando exigió al gobierno levantar las operaciones militares de vigilancia en los alrededores del enclave.

El gobierno de Pastrana, que concluye su mandato el 7 de agosto, se mantuvo más firme que nunca y se negó a suspender los controles, que incluyen la restricción de entrada a ciudadanos extranjeros y retenes de vigilancia en las entradas y salidas de la región.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación