La Iglesia en Bosnia-Herzegovina reconstruye las iglesias destruidas

Con la ayuda de católicos del exterior, en particular de «Ayuda a la Iglesia Necesitada»

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BANJA LUKA, 23 junio 2003 (ZENIT.org).- La visita de Juan Pablo II a Bosnia-Herzegovina ha servido para atraer la atención de los católicos del mundo sobre la reconstrucción de la Iglesia católica en el país, que a causa de la guerra de 1992-1995 perdió a la mitad de los católicos (hoy son 461.000).

La destrucción de capillas y templos fue uno de las heridas más visibles de la guerra, por lo que su reconstrucción constituye ahora una de las tareas que tiene que afrontar la Iglesia local en estos momentos.

Sólo en la diócesis de Banja Luka, visitada este domingo por el Papa, fueron destruidas 39 iglesias y 22 sufrieron daños considerables; 9 capillas fueron destruidas y 14 sufrieron daños considerables; 2 conventos fueron destruidos y uno sufrió daños considerables; 33 cementerios sufrieron daños.

En su saludo al Papa, en la misa de beatificación de Ivan Merz (1896-1928), el obispo de la ciudad, monseñor Franjo Komarica denunció: «Por voluntad de los poderosos de esta tierra, la Iglesia en esta región se encuentra hoy al borde de una completa eliminación».

«Decenas de miles de católicos se encuentran a la espera de poder regresar a sus propios hogares y a sus propias parroquias –añadió–. A pesar de las grandes heridas, nosotros tratamos de hacer el bien a todos, buscando promover sin descanso la reconciliación basada en la verdad, la justicia, y el auténtico perdón».

Ayuda a la Iglesia Necesitada, asociación de derecho pontificio, está comprometida desde hace años en ayudar a la Iglesia en Bosnia-Herzegovina en la reconstrucción de sus templos quemados o bombardeados durante la guerra.

El monasterio franciscano de la Santísima Trinidad en Petricevac, Banja Luka, desde el que el Papa ofreció y pidió el perdón por los crímenes del pasado, incluidos los de los católicos, es un ejemplo de esta tarea de reconstrucción.

En la noche del 6 al 7 de mayo de 1995, los extremistas serbios de Petricevac destruyeron totalmente la iglesia parroquial y prendieron fuego al monasterio franciscano vecino, causando la muerte de un fraile anciano. Al poco tiempo, los creyentes empezaron a reunirse en el edificio calcinado del monasterio para rezar y asistir a la misa celebrada por los Franciscanos, a los que había alojado el obispo Komarica y las religiosas de la Sangre de Cristo de Banja Luka.

Dos años más tarde, los Franciscanos decidieron reconstruir su monasterio para poder ofrecer su servicio pastoral y dar una esperanza de regreso a los católicos desplazados y refugiados.

Dada la dificilísima situación económica –el desempleo entre la población es de un 50%– ni los Franciscanos ni la diócesis están en condiciones de financiar este proyecto. Por esta razón, «Ayuda a la Iglesia Necesitada» ha contribuido con 8.000 euros a este fin.

Otro proyecto es el de la reconstrucción de la iglesia parroquial de la Asunción de la Virgen en Jajce, diócesis de Banja Luka, una basílica de tres naves que fue destruida por las fuerzas serbias el 4 de noviembre de 1992, junto con una parte del monasterio franciscano contiguo. «Ayuda a la Iglesia Necesitada» contribuye en este proyecto con 15.000 euros.

Otra iglesia en construcción es la parroquia de la Natividad de la Virgen en Kotor Varos, construida poco antes de comenzar la guerra, y quemada nada más estallar el conflicto. Los creyentes tuvieron que huir y sólo se quedaron 67. Ahora el número ha crecido (ya son 400) y se espera el regreso de más personas. «Ayuda a la Iglesia Necesitada» apoya este proyecto con 10.000 euros.

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ZENIT Staff

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