La Iglesia en Cuba, «germen de sociedad civil»

Conclusiones de las reuniones anuales del Instituto de Estudios Cubanos

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MIAMI, 27 julio (ZENIT.org).- Siendo fiel a sí misma y a su misión, la Iglesia en Cuba es germen de libertad y de esperanza en medio de la sociedad cubana, afirmó un académico cubano durante las reuniones anuales del Instituto de Estudios Cubanos reunido en Miami.

«La religión no permite individuos aislados, les lleva a vivir su fe en comunidad, con todas sus implicaciones», dijo Nazario Vivero durante un panel sobre «Sociedad y Religión» en el marco de las reuniones para analizar «La Sociedad Civil en Cuba» sobre las que informa un artículo de Araceli M. Cantero en la última edición de «La voz católica», publicación de la arquidiócesis de Miami.

Vivero, que reside en Venezuela y es miembro del Pontificio Consejo de Laicos, dijo que la Iglesia, al ser fiel a su misión, enfrenta al ser humano con el misterio de la propia existencia, lo que ha de suscitar una respuesta personal.

«Siendo ella misma, la Iglesia humaniza… invita a obrar en libertad y responsabilidad». Y esto en Cuba, ha de situar a cada persona frente al anonimato reinante, convirtiéndola en agente activo en la vida pública, señaló.

A lo largo de dos jornadas de trabajo, académicos de universidades de Estados Unidos y el exterior discutieron también sobre sociedad civil, estado y política y sobre economía y sociedad civil. En las reuniones participó el sacerdote de Santiago de Cuba, padre José Conrado Rodríguez, quien en su intervención proyectó un vídeo sobre la vida pastoral en su parroquia de Santa Teresita en Santiago de Cuba. Valiéndose de las imágenes habló del trabajo que realiza la Iglesia Católica con los jóvenes, con los ancianos, con los enfermos.

«La iglesia es componente fundamental en la construcción de la sociedad civil porque es lugar de encuentro y diálogo, organizadora de espacios, de acogida», dijo María Cristina Herrera, profesora de Miami Dade . Consideró que «es una labor importante dadas las carencias en educación humanística en el país».

La economista de la Universidad de Santo Tomás, Loly Espino señaló que las nuevas relaciones económicas en Cuba han aumentado el espacio de sociedad civil en el campo y en la ciudad. «Las reformas están creando espacios» dijo «hay datos que indican como han crecido los empleos por cuenta propia no gubernamentales, lo cual es medible».

Varios de los participantes en las reuniones aportaron anécdotas de sus recientes viajes a Cuba. «Muchas personas se han convertido en pequeños empresarios» dijo Uva de Aragón de la Universidad de FIU. «Dan clases de inglés, se les paga en dólares y ahora sus hijos han puesto un negocio de vídeo en su casa y ya no trabajan para el Estado».

Juan de Avila, de Emory University señaló que desde los años setenta han surgido todo tipo de organizaciones, partidos políticos, movimientos cívicos, organizaciones de derechos humanos, de periodistas, sindicatos y cooperativas del campesinado… En su opinión el estado «mantiene cierta tolerancia pero en ocasiones actúa con represión y crueldad».

Entre los obstáculos para el desarrollo de estos grupos citó la falta de capital, esencial para mobilizarse, la pobre coordinación, la falta de acceso a los medios y constante vigilancia y oposición del Estado. Pero añadió que hay aspectos positivos porque se trata de personas con alto compromiso ético. «No se les puede meter miedo, se quedan en el país y esto vale más que un millón de dólares». Además son grupos que ha establecido reconocimiento y legitimidad en Europa y en los EE.UU.

José Alvarez de FIU hizo un recuento de la sociedad civil emergente en las provincias a través de las cooperativas agricultoras, los sindicatos y las bibliotecas independientes.

Aunque surge una sociedad civil en las provincias, «llevará bastante tiempo su desarrollo», debido al fuerte control gubernamental. Además el aislamiento es más pronunciado en las zonas rurales, lo que dificulta la tarea.

Señaló como aspectos positivos el que el pasado mes de junio, representantes de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos se reunieran con la Alianza Nacional de Agricultores Independientes (ANAIC). También el levantamiento parcial del embargo norteamericano –medicinas y alimentos– y el que el gobierno cubano haya anunciado el permiso para una delegación de 25 dueños de restaurantes familiares y granjeros para visitar los EE.UU en septiembre.

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ZENIT Staff

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