La Iglesia en México recuerda a los mineros que murieron hace un año

Pide justicia y medidas preventivas

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CIUDAD DE MEXICO, miércoles, 21 febrero 2007 (ZENIT.orgEl Observador).- En un comentario de la Oficina de Prensa de la Conferencia episcopal Mexicana, publicado el 18 de febrero, se recuerda el primer aniversario de la tragedia que se llevó la vida de 65 mineros, en el estado de Cohauila.

El comentario, que no es un comunicado oficial de la Conferencia Episcopal, recuerda la tragedia ocurrida en la mina 8, Pasta de Conchos, Cohauila, y se une «en oración por toda la familia minera y, en especial, por nuestros hermanos atrapados en la mina, por sus viudas, por sus hijos e hijas, por todos sus familiares y por sus amigas y amigos».

«La explosión que hace un año cegó las vidas de 65 mineros –añade el comentario–, hizo aún más evidente el hecho de que México necesita una transformación para que desgracias como está no vuelvan a ocurrir».

«La iglesia, y cada uno de sus miembros deben velar para que se restituya la justicia cuando ésta no existe, además de cuidar el que la vida de cada persona, sea respetada con dignidad», subraya.

«El amor cristiano impulsa a la denuncia –sigue el comentario–, a la propuesta y al compromiso con proyección social, a una laboriosidad eficaz, que apremia a ofrecer su propia contribución a cuantos sienten en su corazón una sincera preocupación por la suerte del hombre».

A un año de la tragedia, subraya la Oficina de Prensa episcopal, «la herida sigue abierta y aún duele mucho a la sociedad mexicana».

«Compartimos la preocupación para que estos lamentables hechos queden debidamente esclarecidos y se tomen las medidas necesarias para que no vuelvan a ocurrir», indica.

«Es menester humanizar el trabajo –concluye–, por lo que resulta inaplazable la reforma de las instituciones que lo protegen, de los grupos que representan tanto a los trabajadores como a los patrones, pues la injusticia laboral inhibe al trabajador y frustra su aporte cultural».

La mayoría de los once presuntos responsables de la explosión en la mina Pasta de Conchos han salido del país o se encuentran «desaparecidos», de acuerdo con fuentes cercanas a la investigación, consultadas por el diario El Universal de México.

Se espera que en las próximas horas la Procuraduría del estado realice la consignación por el delito de homicidio culposo. En su hipótesis, la dependencia establece que en el accidente se conjugaron la negligencia y presumiblemente actos de corrupción, al no aplicarse las medidas de seguridad requeridas que habrían evitado la muerte de los 65 mineros.

Los involucrados de la empresa Industrial Mineral México «hace meses que se fueron para el otro lado», según versiones desde el interior de la compañía.

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ZENIT Staff

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