LAGOS, jueves, 29 abril 2004 (ZENIT.org).- A fin de demostrar que los reclusos de las prisiones de Nigeria no están abandonados a su propia suerte, la Iglesia local ha lanzado un proyecto de apostolado en los centros penitenciarios del país africano.
«El apostolado en las prisiones incluye visitas de voluntarios a las cárceles donde se intenta crear un clima de amistad y comprensión entre los reclusos y de éstos con los guardias», explica a Fides el padre Felix Femi Ajakaye, director de la Oficina para las Comunicaciones Sociales del Secretariado Católico de Nigeria.
«Organizamos también coloquios, encuentros, seminarios dentro y fuera de las cárceles –prosigue–. Nuestros sacerdotes celebran Misa en las prisiones y ofrecen educación religiosa a los encarcelados».
De acuerdo con el sacerdote, el objetivo de esta iniciativa «es asegurar que las prisiones no sean lugares aislados donde los reclusos estén olvidados y abandonados a su destino», sino «un lugar de corrección y orientación de quienes han cometido algún error».
Siguiendo estos principios, la Asociación Católica de los Artistas y del Espectáculo (CAEAN, por sus siglas en inglés), que reúne a músicos, actores, personajes de la televisión y productores, está recogiendo fondos para producir una película –«From the jaws of death» («Desde las fauces de la muerte»)– dedicada a la vida en las prisiones nigerianas.
CAEAN es una organización coordinada por el Secretariado Católico de Nigeria.
Parte de la cinta se rodará en el interior de los centros penitenciarios para dar a entender mejor a la gente la finalidad efectiva de las prisiones y la vida que se lleva en ellas.
«Cuando los fondos estén disponibles y se termine el rodaje de la película, estamos seguros de que tendrá un gran impacto, incluso fuera de Nigeria», afirma el padre Felix Femi Ajakaye.
