La India: Un diputado, declarado culpable de asesinato por segunda vez

En el brote de violencia anticristiana de Orissa en 2008

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ORISSA, lunes20 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El diputado hinduista Manoj Pradhan fue declarado, el pasado 9 de septiembre, culpable de asesinato en el brote de violencia anticristiana registrado en Orissa en 2008, informó Eglises d’Asie, la agencia de las Misiones extranjeras de París.

Uno de los tribunales especiales habilitados para juzgar a los responsables de la violencia anticristiana de 2008 condenó a seis años de cárcel por asesinato al diputado del Parlamento de Orissa de la circunscripción de G. Udayagiri del distrito deKandhamal para el BJP (Bharatiya Janata Party, Partido del pueblo indio) Manoj Pardahan.

El parlamentario también deberá pagar una multa de 15.500 rupias (250 euros) por incendio de casas pertenecientes a una minoría e incitación a la violencia comunitaria.

La pena no es muy severa, pero afecta a quien, para la comunidad cristiana, se había convertido en símbolo de la impunidad total de los autores de los ataques si pertenecían a la esfera política o administrativa del país.

Esta condena es “una luz de esperanza” frente a la omnipotencia de la política, declaró a la agencia AsiaNews el P. Dibakabr Parichha, abogado de los tribunales especiales de Orissa.

El juez Chitta Ranjan declaró al líder hinduista culpable de haber cometido actos “que causaron la muerte sin intención de matar” (artículo 304 del Código Penal indio) a Bikram Nayak el 26 de agosto de 2008.

Este cristiano fue una de las primeras víctimas de la violencia registradas tras el asesinato de Swami Laxmanananda Saraswati, de quien Manoj Pradhan era un ferviente discípulo.

Acusado de ser uno de los principales instigadores y autores de la violencia de 2008, el diputado había escapado hasta ahora de la condena, a pesar de las numerosas acusaciones a las que debía responder, entre ellas una treintena de asesinatos, incendios provocados, pillajes e incitaciones a la violencia y al asesinato.

Aunque estaba encarcelado desde octubre de 2008 por su responsabilidad en la violencia anticristiana, se presentó a las elecciones de abril-mayo de 2009 y fue elegido para el Parlamento de Orissa.

Tras salir de la cárcel en julio de 2009, se fue desembarazando de todos los cargos en su contra por “falta de pruebas suficientes”.

Centenares de testigos habían sido citados para los casos que le afectaban, pero la mayor parte de ellos no se presentó. Los pocos que comparecieron afirmaron haber recibido amenazas de muerte de grupos hinduístas.

Condena anterior

La del 9 de septiembre es la segunda condena por homicidio emitida contra el parlamentario. El pasado 29 de junio fue reconocido culpable de la muerte de Parikhita Nayak, otro cristiano dalit del distrito de Kandhamal.

A diferencia de otros juicios en los que los testimonios no habían osado presentarse, éste suscitó la emoción popular con el testimonio de Lipsa, hija de la víctima, de 6 años, que reconoció formalmente al líder hinduista como la persona que había torturado y masacrado a su padre delante de ella y de su madre.

Durante el juicio celebrado el 12 de marzo de 2010, la niña, que en el momento de los hechos tenía 4 años, mantuvo su testimonio ante un tribunal que la sometió a un interrogatorio durante 90 minutos.

Por su parte, la joven viuda de Parikitha Nayak explicó que su marido reaccionó con calma y determinación cuando el grupo liderado por Manoj Pradhan le exigió renunciar a su fe cristiana o morir.

“Ellos jugaron con él durante unos días, antes de cortarlo en trozos y rociarlo con queroseno”, declaró la joven.

Manoj Pradhan, declarado entonces culpable de “homicidio sin intención de matar” fue condenado a siete años de cárcel y a una multa de 5.000 rupias (85 euros).

Ese juicio, el primero tras una larga serie de sentencias absolutorias que habían indignado a las víctimas, infundió esperanza a la comunidad cristiana a pesar de que no se reconociera el “homicidio voluntario”.

Pero ésta se decepcionó una semana después, al conocer que el Tribunal Superior había concedido la libertad condicional al diputado.

En esta ocasión, Manoj Pradhan también ha apelado la sentencia al Tribunal Superior. Pero la opinión pública parece estar sensibilizada con la impunidad de los culpables de la violencia anticristiana y numerosos movimientos se han movilizado a favor de la justicia en Orissa.

Hace unos quince días, el arzobispo católico de Cuttack-Bhubaneswar, monseñor Raphael Cheenath, participó en una declaración conjunta con el Foro de las minorías de Orissa.

En ella, reprocharon a las autoridades que no hayan juzgado a los culpables, protegido a los testigos, indemnizado a las víctimas, rehabilitado a los desplazados ni establecido las condiciones para mitigar los conflictos.

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ZENIT Staff

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