“La jornada de oración por la Iglesia en China dará muchos frutos”

Habla el cardenal Joseph Zen Ze-kiun, arzobispo de Hong Kong

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HONG KONG/ROMA, martes, 27 mayo 2008 (ZENIT.org).- El cardenal Joseph Zen Ze-kiun, arzobispo de Hong Kong, agradeció el lunes a Benedicto XVI su cercanía con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de Oración por la Iglesia en China y su constante solidaridad hacia las víctimas del terremoto de Sichuan.

En declaraciones a Radio Vaticano, el purpurado se mostró especialmente agradecido por las palabras del Papa durante el Ángelus del pasado domingo, en la Plaza de San Pedro.

«Estamos muy agradecidos porque evidentemente el Santo Padre quería que toda la Iglesia rezara por la Iglesia en China. Él mismo compuso la oración», afirmó el cardenal Zen Ze-kiun.

Para el cardenal de Hong Kong, se trata de «una iniciativa sin precedentes: el Papa que moviliza a toda la Iglesia por los fieles chinos. Sabemos ciertamente que la Virgen y el Espíritu Santo escuchan este deseo del Papa. Esta abundancia de oración ciertamente dará sus frutos».

«Por nuestra parte, en la diócesis de Hong Kong, hemos respondido a esta llamada con mucho fervor y hemos convocado una novena de peregrinación. El 24 de mayo celebramos una oración diocesana, en una parroquia dedicada precisamente a María Auxiliadora. Vino mucha gente. Y continuamos con una gran jornada de oración, en una isla de la diócesis en la que se venera a la Virgen de Fátima», explicó.

«El Santo Padre, con mucha sinceridad, ha recordado a todos la naturaleza de la Iglesia como el Señor la hizo –apuntó–. La Iglesia es apostólica, y debe ser guiada por los obispos, teniendo a la cabeza al sucesor de San Pedro».

«Por desgracia en China hoy aún no es posible realizar ese ideal de la Iglesia, pero hemos tenido signos de acercamiento –subrayó–. Esperamos que sean signos que lleven a cosas más importantes, que también en China se pueda vivir esta fe en paz, en alegría, como dice el Santo Padre. Así se vivirá de modo fructífero; nuestra fe dará fruto, también para el bien de la sociedad».

Según el purpurado, la cercanía mostrada por el Papa a China, más insistente en las últimas semanas hacia las víctimas del terremoto de Sichuan, ha sido percibida como muestra de «una gran estima».

Respecto al terremoto, el cardenal Zen afirmó que las palabras del Papa «animan a todos a continuar interesándose por este desastre. Debemos interesarnos por mucho tiempo, no por un instante de compasión, porque hay heridas que necesitan tiempo para curar, especialmente en la reconstrucción».

Jornada de Oración

La Jornada de Oración por la Iglesia en China fue instituida por Benedicto XVI en la Carta a los católicos de la República Popular China, publicada el pasado 27 de mayo de 2007.

En Roma, en particular, la Jornada se celebró con una Misa en la Basílica de Santa María la Mayor, presidida por el cardenal Ivan Dias, y ella participaron alrededor de 500 católicos procedentes de este país.

El domingo, en el Ángelus, Benedicto XVI, durante el saludo a los peregrinos chinos reunidos en Roma con motivo de la Jornada, tuvo un especial recuerdo a las víctimas del terremoto y expresó su cercanía «a quienes están viviendo horas de angustia y tribulación».

Asimismo, el Papa pidió a la Virgen por quienes «en China, en medio de las fatigas cotidianas, siguen creyendo, esperando y amando, para que nunca teman hablar de Jesús al mundo y del mundo a Jesús», siendo «siempre testigos creíbles de este amor, manteniéndose unidos a la roca de Pedro sobre la que está edificada la Iglesia».

La Jornada fue celebrada también por cerca de 2.500 personas en la basílica de María Auxiliadora de los Cristianos, en el Santuario de Nuestra Señora de Sheshan, patrona de China.

Según la agencia de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos Fides, también en la región de Sichuan, epicentro del terremoto, los católicos chinos vivieron intensamente esta Jornada de Oración. Las autoridades locales de Sichuan -añade la agencia del dicasterio misionro– han apreciado especialmente la labor desarrollada por las religiosas para dar apoyo moral y psicológico a las víctimas del terremoto. [I.A.]

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ZENIT Staff

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