La libertad religiosa, derecho negado en Birmania

Se impone un Budismo «de Estado», constata un misionero

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ROMA, 19 enero 2003 (ZENIT.org).- Aún en medio de grandes dificultades para la difusión del Evangelio y soportando el peso de la discriminación y de la sospecha, en Birmania existe una Iglesia viva.

El país contempla una Iglesia «que no renuncia a una misión evangelizadora, aquí más fuerte porque es cercana a los pobres, a los que sufren y a los oprimidos», pero también necesita de más atención y personal para que la población la siga percibiendo «como un jardín de libertad».

Así lo explicó el padre Vito del Prete, misionario experimentado y secretario de la Unión Pontificia Misionera, al inaugurar este martes el encuentro «La libertad de religión: derecho humano negado en Birmania».

En Birmania –que en 1988 asumió oficialmente el nombre de Unión de Myanmar–, «la junta militar que gobierna desde hace más cuarenta años persevera en una constante persecución contra la Iglesia católica y los derechos humanos», afirmó el padre del Prete.

En la actualidad, «las misiones no pueden tener escuelas –añadió–, a los cristianos les está prohibida cualquier manifestación externa, todo tipo de apostolado y reunión, y se considera a las comunidades cómplices de los guerrilleros del norte».

De acuerdo con el religioso, «la situación es distinta hacia el Budismo «de Estado» –no auténtico e impuesto a la población como un intento de control del tejido social–, y el Islam, con sus 400.000 fieles, es tolerado».

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación