La misión central de la Iglesia, «anunciar y testimoniar a Cristo»; recuerda Benedicto XVI

Al comentar la constitución «Gaudium et spes» del Concilio Vaticano II

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 20 de noviembre de 2005 (ZENIT.org).- La misión central de la Iglesia consiste en anunciar a Cristo, afirmó Benedicto XVI este domingo, en el que la Iglesia celebraba la solemnidad de Cristo Rey del universo.

Al rezar la oración mariana del Ángelus, el Papa sintetizó al mismo tiempo una de las ideas centrales del Concilio Vaticano II, cuya clausura tuvo lugar hace cuarenta años.

«El Reino de Cristo es don ofrecido a los hombres de todo tiempo para que quien crea en el Verbo encarnado «no perezca, sino que tenga vida eterna»», explicó el Santo Padre.

Es la idea central que el Concilio Vaticano II dejó en la constitución pastoral «Gaudium et spes» en la que presenta a Jesús como «el fin de la historia humana, punto de convergencia hacia el cual tienden los deseos de la historia y de la civilización, centro de la humanidad, gozo del corazón humano y plenitud total de sus aspiraciones».

A la luz de la centralidad de Cristo, el Concilio «interpreta la condición del hombre contemporáneo, su vocación y dignidad, al igual que los ámbitos de su vida: la familia, la cultura, la economía, la política, la comunidad internacional», añadió el obispo de Roma.

«Ésta es la misión de la Iglesia ayer, hoy y siempre: anunciar y testimoniar a Cristo, para que el hombre, cada hombre, pueda realizar plenamente su vocación», aseguró.

El pontífice concluyó pidiendo oraciones para que los cristianos cooperen fielmente en la venida del Reino de Cristo, «Reino de amor, de justicia y de paz».

La intervención continuó con la serie de comentarios dominicales que el Papa está realizando sobre los documentos del Concilio Vaticano II, en preparación de la celebración solemne del cuadragésimo aniversario de su clausura, el 8 de diciembre.

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ZENIT Staff

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