Fue el mensaje que dejó a los organizadores y músicos del quinto festival internacional Pro Musica e Arte Sacra, que concluyó este domingo con la Misa de la Coronación K.317 de Wolfgang Amadeus Mozart en la Basílica de San Pedro.
La misa fue presidida por el cardenal Christoph Schönborn y la «Wiener Philharmoniker», una de las orquestas más antiguas y prestigiosas del mundo, hizo resonar las notas del compositor compatriota, bajo la dirección de Leopold Hager.
Más tarde, durante el Ángelus, el Papa, saludó a los músicos para aplaudir este acontecimiento y afirmó: «En la música espiritual y en el arte sacro resuenan y brillan la belleza y la grandeza de la fe».
«La música y el arte llegan a nuestros sentidos y nos ayudan a abrir nuestro espíritu y nuestro corazón a Dios y a su palabra», concluyó.