La peregrinación del Papa Jerusalén, "una decisión valiente"

El portavoz vaticano explica el contexto

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 15 de febrero de 2009 (ZENIT.org).- En el contexto actual la determinación de Benedicto XVI para viajar a Jerusalén constituye «una decisión valiente», asegura su portavoz.

El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha analizado la anunciada visita del Santo Padre a Tierra Santa en el editorial de «Octava Dies», semanario del Centro Televisivo Vaticano, del que también es director.

Según fuentes de Roma y Jerusalén, el viaje comprendería Jordania, Israel y los Territorios Palestinos, y podría tener lugar en torno a la segunda semana del mes de mayo.

Benedicto XVI anunció personalmente que está preparando este viaje el 12 de febrero al recibir en audiencia a los miembros de la Conferencia de los Presidentes de las Mayores Organizaciones Judías Estadounidenses.

«Es una buena noticia», asegura el padre Lombardi. «Viajar a Jerusalén es el deseo de todos los israelíes y de todos los cristianos. Los antiguos israelitas caminaban hacia esta ciudad cantando; Jesús se dirige decididamente para cumplir hasta el final la voluntad del Padre».

Se trata, sigue diciendo, de «ir como peregrinos a los lugares santos, lugares de los encuentros entre Dios y los hombres que han marcado la historia de nuestra salvación».

«También el Papa lleva en su interior este deseo –asegura–. Aunque precedentemente ya haya estado, siente la importancia de ir de nuevo ahora como jefe de una comunidad de creyentes, que puedan peregrinar en unión espiritual con él y por medio de él a los lugares donde están arraigadas las raíces de su fe».

«Pablo VI quiso iniciar precisamente en Tierra Santa la serie de viajes internacionales de los Papas y Juan Pablo II, siguiendo sus pasos, plantó semillas inolvidables de reconciliación, de esperanza, y de paz».

«Ahora es el turno de Benedicto XVI –anuncia–. La suya es una decisión valiente. Existe incertidumbre en la situación política, hay una gran división de opiniones internas en los distintos campos».

«Hay continuas tensiones en una región inflamada de conflictos y recientemente marcada por una guerra que ha devastado la franja de Gaza y herido profundamente a su pueblo».

«Al proceso de paz le cuesta dar pasos resolutivos. Sombras o desconfianzas vuelven a menudo a oscurecer el diálogo, bien encaminado, entre el mundo hebreo y la Iglesia católica».

«Pero de todos modos, es necesario ir –afirma–. Es más, por todos estos motivos quizá es realmente urgente emprender el viaje. Para rezar en los puntos más cruciales del enfrentamiento entre odio y amor: allí donde la reconciliación parece humanamente imposible».

«Para recordar que el nombre y la vocación de Jerusalén es el de ser ‘ciudad de la paz’, de encuentro entre los pueblos, en el nombre de un Dios de salvación, de paz y de amor para todos».

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ZENIT Staff

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