SALZBURGO, 19 diciembre 2002 (ZENIT.org).- El arzobispo emérito de Salzburgo ha rechazado la llamada «tutela gradual de la vida prenatal» expuesta por un grupo de médicos, para quienes la protección de la vida del feto aumenta con la progresión del embarazo.
En una declaración difundida el martes sobre el aborto terapéutico practicado desde las veintidós semanas de gestación, monseñor Andreas Laun critica las directrices emitidas por el grupo de facultativos austriacos
«¿Por qué gradual? –preguntó monseñor Laun–. Si el feto no es aún persona, ¿por qué se habla de tutela de la vida? Sin embargo, si el feto ya es persona, ¿por qué la tutela de la vida debe ser gradual?».
Volviendo al concepto enunciado en el documento de los médicos, el prelado afirmó: «Hablar de tutela gradual es ilusorio: según este principio, el feto con graves minusvalías no tiene tutela jurídica ni ética, puesto que su vida depende exclusivamente de la voluntad de la madre y de los médicos».
«El juicio –añade– distingue entre aquellos a quienes se ofrece aún tutela y aquellos a quienes se les niega porque tienen graves defectos o porque la madre se encuentra en una situación demasiado difícil!».
«¿No se hizo ya en el pasado una diferenciación análoga entre personas según la capacidad de trabajar, con consecuencias mortales?», cuestiona.
«Los sistemas que consienten el aborto ya no tienen pretensión alguna de llamarse “de derecho”. Intentemos cambiar de mentalidad antes de que sea demasiado tarde», advirtió monseñor Laun.
«Habría sido bello si los médicos firmantes del documento hubieran suscito mejor uno opuesto, apartándose para siempre de cualquier acto homicida. Un documento así desencadenaría un terremoto moral en todo el mundo y salvaría la vida de miles de niños», concluyó.
