La Santa Sede aclara que una iglesia no puede convertirse en mezquita

En respuesta a la petición de musulmanes en Córdoba

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 2 mayo 2004 (ZENIT.org).- ¿Es posible abrir el culto a musulmanes en una iglesia católica? Para el presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso esto es imposible.

Esta es la respuesta del arzobispo británico Michael L. Fitzgerald ante la petición de un exponente musulmán español que ha suscitado un auténtico debate nacional al pedir que la Iglesia permita a los musulmanes compartir el culto en la catedral de Córdoba, antigua mezquita musulmana.

Esta es la entrevista concedida por el prelado a la agencia de noticias Asianews.it.

–Los musulmanes de Córdoba dicen que han presentado una petición al Vaticano para poder utilizar la catedral de la ciudad como mezquita. ¿Es verdad?

–Monseñor Fitzgerald: En marzo pasado, nuestro Consejo, junto al World Islamic Call Society, que tiene su sede en Trípoli (Libia), organizó un encuentro sobre la formación de los sacerdotes y de los imanes. En la delegación islámica había representantes españoles. Durante este encuentro el señor Mansur Escudero de Córdoba presentó una petición en español, con una carta del alcalde de Córdoba, dirigida al jefe de la delegación musulmana, el doctor Mohamed Ahmed Sharif, y mencionó el deseo de utilización común de la catedral. Pero él no la consideró. Y nosotros mismos le habíamos dicho al doctor Sharif que este problema no estaba entre los temas del encuentro. En la última sesión, cuando se discutía la declaración final del congreso, el señor Escudero suscitó de nuevo el problema de Córdoba. Yo le respondió que sobre la utilización de la catedral la responsabilidad es del obispo de la ciudad, es responsabilidad de la Iglesia local.

–Pero, ¿sería posible la utilización de la catedral también para los musulmanes?

–Monseñor Fitzgerald: Es necesario hacer una consideración más general: al igual que hay monumentos en Córdoba, también ha habido otros edificios en el mundo que han cambiado su utilización original, como Santa Sofía (Hagia Sophia) en Estambul, convertida en museo islámico, si bien algunos musulmanes presionan para regresar a la utilización de mezquita. El Santo Padre visitó la Mezquita de los Omeyas de Damasco, rezando ante el mausoleo de san Juan Bautista, pero el Papa no pidió celebrar misa, en la mezquita. Es difícil promover la convivencia entre cristianos y musulmanes, remontándose a la historia, o queriendo revanchas. Es necesario aceptar la historia y seguir adelante.

La utilización de un edificio de manera común para diferentes comunidades es problemático. Hay espacios utilizados en este sentido, por ejemplo, las capillas en los aeropuertos, pero no son auténticas iglesias ni mezquitas. Son espacios interreligiosos: pueden ser utilizados por judíos, cristianos, musulmanes, o personas de otras religiones. Pero esta es una especie de convención para permitir la utilización común. Pero ésta no es la realidad de Córdoba, donde el edificio pertenece a una comunidad específica.

–¿Es verdad que cuando los musulmanes rezan en un lugar, este se convierte inmediatamante en «Dar al –Islam»,es decir, tierra del Islam y en su propiedad?

–Monseñor Fitzgerald: No siempre. Los musulmanes han rezado incluso en el Vaticano, en este edificio, pero no lo reivindican. Una calle en la que los musulmanes rezan no pertenece a la comunidad islámica.

–Las autoridades políticas de Córdoba sugirieron a la Iglesia que permita la utilización de la catedral a los musulmanes, respetando «el valor universal del edificio» y para mostrar una Iglesia abierta y de diálogo. Usted, ¿qué opina?

–Monseñor Fitzgerald: Las autoridades españolas tratan de contentar a todos los componentes de la sociedad. Pero en esta ocasión, no tienen la sensibilidad teológica necesaria para comprender la posición de la Iglesia. También nosotros queremos vivir en paz, con las personas de las demás religiones, pero no queremos que nos presionen, que nos manipulen, para ir contra las reglas de nuestra fe.

–Los Estados tienen problemas para hacer garantizar las diferentes identidades y la convivencia social. ¿Puede haber una utilización común de las estructuras?

–Monseñor Fitzgerald: Como ya he dicho, actualmente hay lugares de culto en los aeropuertos. Se da también esta necesidad en las prisiones. En muchas cárceles hay musulmanes que quieren rezar y tienen necesidad de un lugar. Allí donde hay una capilla cristiana, es conveniente seguir utilizando como tal y no es oportuno utilizarla como lugar común de culto. Donde uno hay un lugar de oración, las autoridades pueden pensar en ofrecer un lugar común.

–¿Cuál es el motivo por el que una iglesia no es utilizada como mezquita?

–Monseñor Fitzgerald: Si es una capilla católica, con la presencia del Santísimo Sacramento, no convendría celebrar la oración de otra tradición religiosa..

–En este intento de los musulmanes de utilizar la catedral de Córdoba como mezquita, algunos ven un intento de «invasión islámica» de Europa. ¿Cuál es su opinión?

–Monseñor Fitzgerald: Hay algunos musulmanes que consideran que Europa está en plena decadencia y tienen el objetivo y la aspiración a islamizar Europa. Para ellos, el Islam es la respuesta para un renacimiento religioso. No son un grupo mayoritario, pero existen. Hay también musulmanes que quieren sencillamente convivir con los demás credos, de manera compatible con la ley y la tradición del país en el que se encuentran.

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ZENIT Staff

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