CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 17 agosto 2006 (ZENIT.org).- Una nota publicada por el diario de la Santa Sede aplaude la resolución aprobada por unanimidad por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para detener la guerra en el Líbano, pero al mismo tiempo se pregunta por qué se ha tardado tanto tiempo en dar este paso.
«A pesar de que han pasado por desgracia muchos días para lograr una solución capaz de acabar con la violencia, hay que expresar sentida complacencia por el resultado alcanzado, gracias al cual la “fuerza del derecho” ha prevalecido finalmente sobre el “derecho a la fuerza”», afirma «L’Osservatore Romano».
La nota ha sido publicada en la potada de la edición diaria italiana del 17-18 de agosto de 2006 y su ausencia de firma indica que expone una posición representativa.
La Resolución de la Organización de las Naciones Unidas 1701, aprobada el 11 de agosto, constata el diario, no responde a algunas de las peticiones presentadas por Israel y por el Líbano, «en particular la cuestión de los prisioneros libaneses en Israel, la de las granjas de Sheba y la entrega de los dos soldados israelíes en mano de Hezbollah».
Como elemento positivo, subraya que el texto, «redactado conjuntamente por Francia y los Estados Unidos, tras días de intensas negociaciones, alcanzó el consenso unánime del Consejo de Seguridad de la ONU».
Por este motivo, la nota vaticana expresa «sincero aprecio a las diplomacias bilaterales y multilaterales por el papel desempeñado, por los esfuerzos orientados a la solución de la crisis y por los resultados alcanzados».
«Pero el aplauso y la gratitud van acompañados por interrogantes inquietantes –añade «L’Osservatore Romano»: ¿por qué estos instrumentos no fueron utilizados desde el inicio, permitiendo el mismo resultado, sin pasar por la experiencia estremecedora de la guerra?».
Recordando la entrevista concedida por el Papa a algunos canales de televisión alemanes y a «Radio Vaticano» (efectuada el 5 de agosto y transmitida el 13 de agosto), la nota reconoce que la guerra es «peor de las soluciones para todos», pues no «aporta nada bueno para nadie, ni siquiera para los vencedores aparentes».
«¡La humanidad todavía no ha aprendido a vivir sin la guerra!», es la «amarga constatación» del diario vaticano.
La nota concluye recordando por enésima vez la posición del Papa y de la Santa Sede ante este conflicto: «Los libaneses tienen derecho a que se respete la integridad y la soberanía de su país, los israelíes tienen derecho a vivir en paz en su estado, y los palestinos tienen derecho a tener una patria libre y soberana».
