La Santa Sede denuncia la “trágica realidad” de los refugiados palestinos

La situación se resolverá sólo con diálogo y negociaciones, advierte

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NUEVA YORK, miércoles 4 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- La cuestión de los refugiados palestinos es una “trágica realidad”, declaró ayer martes en Nueva York el arzobispo Celestino Migliore, nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas.

El prelado intervino en la 64ª sesión de la Asamblea General de la ONU sobre el ítem 31, “La Agencia de las Naciones Unidas para el Socorro y Asistencia a los prófugos palestinos de Oriente Próximo (UNRWA)”.

La agencia, recordó, fue instituida como cuerpo temporal de las Naciones Unidas para servir a los refugiados palestinos hasta que su situación no se resolviese de modo justo.

Su misma existencia, revela, es “el recordatorio de que la cuestión de los refugiados palestinos sigue sin resolverse”.

Para monseñor Migliore se trata de una “trágica realidad”, que subraya que la resolución del conflicto palestino-israelí es “fundamental para poner fin a muchas situaciones que provocan el caos en la región medio-oriental y que tienen serias repercusiones a nivel mundial”.

El prelado lamentó por tanto el “fracaso” de las dos partes en causa para “empeñarse en un diálogo significativo y sustancial y discutir soluciones para dar estabilidad y paz a Tierra Santa”.

“Nunca como hasta ahora, es necesario que la comunidad internacional lleve adelante sus esfuerzos para favorecer con rapidez un acercamiento de las partes”, declaró, subrayando que quien se pcupe de las negociaciones debe mantener “una postura equilibrada, evitando la imposición de condiciones previas entre las partes”.

Recordando que los muchos problemas de la región se resolverán sólo con “negociaciones y diálogo”, monseñor Migliore señaló que una solución “duradera” debe incluir “el estatus de la Ciudad Santa de Jerusalén”.

“También a la luz de los numerosos episodios de violencia y los retos a la libre circulación puestos por el Muro de Seguridad, la Santa Sede renueva su apoyo a las medidas garantizadas a nivel internacional para asegurar la libertad de religión y de conciencia a los habitantes y un acceso permanente, libre y sin obstáculos a los Lugares Santos por parte de los fieles de toda religión y nacionalidad”.

“Solo con una paz justa y duradera – no impuesta, sino conseguida con la negociación y el compromiso razonable – se realizarán las aspiraciones legítimas de todos los pueblos de Tierra Santa”, concluyó.

[Por Roberta Sciamplicotti, traducción del italiano por Inma Álvarez]

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ZENIT Staff

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