La Santa Sede ofrece su apoyo al Tribunal internacional de la ex Yugoslavia

Por imparcialidad, se abstiene de votar a sus jueces

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NUEVA YORK, 13 junio 2001 (ZENIT.org).- La Santa Sede ha ofrecido su apoyo al Tribunal Internacional para los Crímenes contra la Humanidad cometidos en la antigua Yugoslavia desde 1991, pero, en virtud de su condición particular, se ha abstenido de votar a sus nuevos jueces.

Con el objetivo de mostrar prácticamente su «imparcialidad», el observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, el arzobispo Renato Martino, tomó este martes brevemente la palabra ante la asamblea general para declarar su intención de abstenerse en la elección de 27 nuevos jueces «ad litem», es decir, de apoyo a los 14 jueces permanentes del Tribunal.

Esta Corte, que tiene su sede en La Haya, fue instituida por el Consejo de Seguridad de la ONU en 1993, durante la guerra de los Balcanes, para procesar a los responsables de masacres, torturas, expulsiones de masa y otras violaciones del derecho humanitario internacional.

El «embajador» del Papa ante la ONU reveló que la Santa Sede sigue con atención la actividad del Tribunal internacional y confesó que apreció la invitación dirigida a su delegación para participar en la elección de los jueces, al igual que los Estados miembros de la ONU, a pesar de que la Santa Sede es observador permanente.

En nombre de la Santa Sede, el arzobispo Martino renovó «su confianza en las decisiones de la comunidad internacional» y expresó sus augurios a los jueces elegidos para que puedan «servir a la causa de la justicia y la paz en el mundo».

Los jueces «ad litem» fueron instituidos en noviembre del año 2000 con el objetivo de acelerar los procesos, especialmente de los imputados que todavía están detenidos.

Los 27 jueces elegidos, entre 51 candidatos de 34 países, integrados en grupos de nueve para cada proceso, podrán ser utilizados durante un período máximo de tres años.

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ZENIT Staff

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