La Santa Sede pide dar una respuesta «multidimensional» al sida

Monseñor Martin constata la necesidad del cambio en los comportamientos

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CIUDAD DEL VATICANO, 9 julio 2002 (ZENIT.org).- La Santa Sede ha recordado, en pleno desarrollo de la Conferencia Internacional sobre el Sida de Barcelona que nos encontramos ante una enfermedad «multidimensional» y que la respuesta, por tanto, debe ser «multidimensional».

El arzobispo Diarmuid Martin, observador permanente ante la sede de la ONU en Ginebra, ha hecho estas declaraciones al analizar el informe preparatorio de la Conferencia de Barcelona realizado por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA)

El documento advierte de que la epidemia se halla aún en una fase temprana. En los países más gravemente afectados, la prevalencia del VIH está aumentando más de lo que hasta hace poco se creía posible y sigue propagándose rápidamente entre nuevas poblaciones en África, Asia, el Caribe y Europa del Este.

«El informe de ONUSIDA indica que la respuesta a la pandemia del sida tiene que ser una respuesta multidimensional, pues el impacto de la enfermedad es multidimensional. Esto es particularmente importante por lo que se refiere a la prevención», explica el arzobispo.

«El documento indica toda una serie de aspectos que tienen que ser examinados, entre los cuales se encuentra el del cambio en el comportamiento de las personas –sigue constatando–: por ejemplo, la promoción de la abstinencia, el retraso de la edad en la que se comienzan a tener relaciones sexuales, y la promoción de la fidelidad conyugal».

«En este sentido –señala–, el informe afirma que el decremento del índice de infección en Uganda es debido en buena parte al aumento medio de la edad en que se tienen las primeras relaciones sexuales, de 15 a 17 años».

«Para afrontar esta enfermedad, por tanto, hay que afrontar también cuestiones de comportamiento responsable, así como todos los demás aspectos», afirma monseñor Martin.

«El sida es una enfermedad sumamente compleja –reconoce–. Se lee en el informe, que la pandemia del sida se compone de diferentes pandemias que actúan juntas y avanza precisamente gracias a la interacción de algunos fenómenos sociales problemáticos de nuestro tiempo, entre los que se encuentra también la pobreza».

«Es necesario, por tanto –propone el prelado–, afrontar el problema de la pobreza; es necesario mejorar el sistema de asistencia sanitaria, buscar de ofrecer medicinas existentes a precios accesibles también para los más pobres y seguir investigando sobre una vacuna –aspecto muy importante– superando los problemas económicos ligados a la investigación».

«Todo esto, naturalmente, es necesario junto a necesidad de cambiar el comportamiento e las personas», concluye.

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ZENIT Staff

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