CIUDAD DEL VATICANO, martes, 17 agosto 2004 (ZENIT.org).- La Santa Sede pidió este martes al clérigo radical Muqtada Al Sadr voluntad de paz para poder ofrecer su actividad de mediación con el objetivo de salvar la ciudad santa chií de Nayaf.
Horas antes Ajmed al-Shaibany, portavoz de Al-Sadr, en Nayaf había declarado: «recibimos con agrado la iniciativa del Papa en el Vaticano y le pedimos que intervenga para resolver la crisis».
El subdirector de la Sala de Prensa de la Santa Sede, el padre Ciro Benedettini, C.P., confirmó que «obviamente la Santa Sede está siempre dispuesta a ayudar a las partes para que puedan hablar y dialogar, a condición de que exista verdaderamente la voluntad de emprender caminos pacíficos para la solución de los conflictos».
«Como es sabido, el nuncio apostólico en Bagdad sigue directamente el desarrollo de la situación y la Secretaría de Estado sigue en estrecho contacto ya sea con él ya sea con el patriarca caldeo y con el episcopado del país», añadió el padre Benedettini.
El lunes, el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano, había manifestado en una entrevista radiofónica la disponibilidad de la Santa Sede de ofrecer sus «buenos oficios» para que los implicados llegaran a un diálogo que permitiera una salida pacífica.
El arzobispo Fernando Filoni, nuncio apostólico en Irak, afirmó este martes que por el momento «es imposible hacer previsiones, es necesario esperar y ver lo que sucede».
«Si [Muqtada Al Sadr] demuestra su propia disponibilidad para encontrar una solución pacífica al conflicto, tendremos que aceptarla, pero es inútil hacer previsiones hasta que no aclare sus auténticas intenciones», aclaró el representante papal en Bagdad en una entrevista concedida a AsiaNews.
Militantes leales a Al-Sadr se enfrentan a fuerzas estadounidenses e iraquíes en Nayaf desde el 5 de agosto. Este martes se pudieron escuchar disparos esporádicos en la ciudad.
