La Santa Sede preocupada ante nuevos casos de turismo sexual

Descubierta una red de italianos que se aprovechaban de muchachas brasileñas menores de edad

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 15 diciembre 2004 (ZENIT.org).- Fuentes de la Santa Sede han expresado preocupación este miércoles tras las noticias sobre turismo sexual y abuso de menores por parte de europeos en Brasil.

El arzobispo Agostino Marchetto, secretario del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, denunció este tipo de industria turística que «se aprovecha de las bolsas de pobreza que existen en todo continente».

Este miércoles la Policía italiana continuaba su investigación, tras el arresto de cuatro italianos involucrados en la organización de viajes turísticos que tenían por objetivo el aprovecharse sexualmente de muchachas menores de edad en Fortaleza.

«Hay que comprometerse para que el bienestar de unos pocos privilegiados no tenga lugar en perjuicio de la calidad de vida de otros muchos», afirmó el prelado citando ante los micrófonos de «Radio Vaticano» a Juan Pablo.

Al mismo tiempo, señaló, es necesario «ocuparse de las víctimas con compasión y amor, ofrecerles asistencia jurídica, terapia y reinserción en la sociedad y, si son cristianos, en la comunidad de fieles».

«La Iglesia puede hacer mucho para que la ética de las intenciones –por decirlo de algún mundo– se transforme en una moral de las responsabilidades, en la que cada uno –desde los agentes turísticos, los hoteleros y los que ofrecen servicios hasta cada uno de los turistas– se sienta comprometido a combatir toda forma de abuso», afirmó el prelado italiano.

«La Iglesia, a través de sus mensajes, de sus documentos, de sus apremiantes llamamientos y de su obra de prevención y asistencia a quien ha padecido violencia sexual, indica el camino que hay que recorrer para que el turismo se convierta más bien en un instrumento privilegiado de desarrollo integral, individual y colectivo, y no en una oportunidad para violar la dignidad humana y los derechos de los niños», concluyó.

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ZENIT Staff

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