La Santa Sede re-edita la «Pacem in Terris» por su permanente actualidad

La encíclica de Juan XXIII responde también a las inquietudes del siglo XXI

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CIUDAD DEL VATICANO, 12 septiembre 2003 (ZENIT.org).- Por la actualidad y utilidad de sus enseñanzas en el dramático contexto de las amenazas a la paz en este momento, el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz ha decidido difundir la lectura de la encíclica «Pacem in Terris» de Juan XXIII cuarenta años después de su primera publicación.

La introducción al volumen, de la Editorial Vaticana (Libreria Editrice Vaticana), ha corrido a cargo del cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado vaticano; a ésta le sigue una presentación del arzobispo Renato Martino, presidente del dicasterio, y a continuación, como el comentario más autorizado, se incluye el Mensaje de Juan Pablo II para la Jornada Mundial de la Paz 2003.

Un «difundido sentimiento de miedo» es el nexo común a dos momentos separados por cuatro décadas, según reconoce el cardenal Sodano en su prefacio.

Entonces, el temor estaba determinado por la carrera armamentística y por la amenaza nuclear. Hoy, por el «fenómeno del terrorismo evidenciado con todo su horror».

El purpurado recuerda además los cuatro pilares que propuso Juan XXIII –verdad, justicia, amor, libertad— para la construcción de la paz, que exigen el respeto de la dignidad de la persona y de sus derechos, la observancia de los deberes, la conciencia de pertenecer a la comunidad mundial y la necesidad de una autoridad supranacional.

Por su parte, monseñor Martino reconoce otros elementos de gran actualidad en la «Pacem in Terris», como el análisis sobre el derroche de recursos empleados en armamentos, la interdependencia de los pueblos, las relaciones de explotación entre Norte y Sur en el mundo y la necesidad de reforzar las Naciones Unidas.

«A cuarenta años de distancia, las palabras de Juan XXIII se vuelven a proponer con inalterada fuerza de verdad –observa el prelado–. Si entonces prevalecía un cierto fundamentalismo político, hoy se corre el riesgo de alimentar formas de fundamentalismo religioso que alteran el auténtico rostro de la religión, haciendo de ella un instrumento de lucha del hombre contra otros hombres…».

«Si hace cuarenta años la paz entre las naciones la ponían en peligro rígidos bloques contrapuestos, hoy puede estarlo por la falta de diálogo entre los Estados y los pueblos…», advierte finalmente el presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz.

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ZENIT Staff

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