El discípulo de Jesús, de acuerdo con la tradición, precisamente llevó el Evangelio a esas tierras y de su predicación nació la Iglesia siro-malabar.
El anuncio oficial del reconocimiento lo dio el pasado 24 de abril el cardenal Varkey Vithayathil, arzobispo mayor de Ernakulam-Angamaly de los siro-malabares, de cuya jurisdicción depende este lugar, meta de peregrinaciones desde el siglo V d. C.
El santuario –describe «Radio Vaticana»– se alza sobre una colina situada en la localidad de Malayattoor, donde la tradición dice que Santo Tomás se retiraba en oración, conocida con el nombre de «kurisumudi» o montaña de la cruz.
En la cima hay una capilla precedida por una iglesia dedicada al Apóstol. El santuario custodia una cruz de oro y dos huellas que dejó el santo a su paso.